La Contraloría General de la República del Perú determinó que 153 policías retirados vacunados contra la COVID-19. Sin embargo, los desertados no formaban parte de la fase I del Plan Nacional de Vacunación.
Asimismo, las diligencias dieron con la vacunación de tres familiares de agentes policiales, quienes operaron bajo su condición de derechohabientes. Cabe recordar que únicamente el personal en actividad de la PNP puede ser asistido, por ende, no correspondía vacunar a sus allegados.
Por otro lado, la comisión de control halló inconsistencia entre el registro de inoculados y las dosis recibidas de la vacuna de Pfizer en la I. E. Neptalí Valderrama Ampuero. Al colegio se destinó 594 vacunas, pero en la lista de la primera dosis figuran 595 inmunizados.
Las investigaciones seguirán su curso. Como corresponde, se notificará a las autoridades policiales, de igual manera, el equipo a cargo espera su colaboración con el proceso. Evidentemente, gran parte de la población califica el accionar de los 153 exagentes como un atentado contra la salud pública.