Juan Guillermo Carpio Muñoz, nació en Arequipa un 26 de junio de 1945, hijo de don Oscar Carpio Arias y doña Teodora Muñoz Rivera, Sociólogo de profesión, profesor principal de la Facultad de Ciencias Históricos Sociales y Secretario General de la Universidad Nacional de San Agustín, Congresista de la república del Perú de 1992 a 1995, director del Instituto Nacional de Cultura en 1996 fue asesor cultural de la Municipalidad de Arequipa entre 1999 y 2001 además Medalla de Oro de la ciudad en 1984.
Gran intelectual arequipeño que cultivo su amor por las costumbres y tradiciones de Arequipa desde muy pequeño, amor inculcado por su padrastro Don Humberto Núñez, quien lo haría conocer las picanterías y la música que estudiaría años más tarde.
Su amor a la música arequipeña lo llevó a escribir en 1976 el Yaraví arequipeño un estudio que años más tarde se convertiría en su obra cumbre: “El PENDON MUSICAL DE AREQUIPA”, además de obras de gran importancia como “SURCO PASIÓN Y GLORIA”, libro dedicado a una de las más grandes expresiones de nuestra tierra, las peleas de toros; en 1990 participó de la elaboración de “La Historia General de Arequipa”, junto a otros grandes escritores e historiadores de nuestra ciudad publicado por la Fundación M.J. Bustamante de la Fuente y no podemos olvidar la compilación de las palabras lonccas, en el “DICCIONARIO DE AREQUIPEÑISMOS”, publicado en 1999.
Fue conocido y reconocido por su obra con el nombre de la flor tradicional de Arequipa El Texao, colección de libros que recoge todo sobre la historia, costumbres y tradiciones de su querida Arequipa publicado en 2019 por el Fondo editorial de la Universidad Católica Santa María.
Hoy recordemos al amante de las costumbres y tradiciones de nuestra ciudad, al compositor de sus queridos yaravíes, al picantero de buen diente que entre coplas y chicha de guiñapo disfrutaba de tertulias con los amigos en mesas largas y conversaciones de nunca acabar sobre la amada tierra Arequipa. Hoy Juan Guillermo recordamos ya dos años de tu partida, pero jamás podremos olvidar todo lo que nos diste por amor a tu tierra y que como dice la canción, algún día bajo el cielo unas flores crecerán, en tu nombre querido doctor.
Por: Fiorella Valencia/ Proyecto Memoria