Un sacerdote de 36 años fue arrestado en Atenas el pasado miércoles en la tarde, después de que arrojara ácido a siete obispos de la Iglesia ortodoxa griega. Tres de las víctimas fueron tratados en un hospital para tratar con las quemaduras de sus rostros.
El hecho se suscitó debido a que el clérigo corría el riesgo de ser excomulgado de la iglesia, ya que fue acusado de estar involucrado en el narcotráfico. Ello después de que, supuestamente, fuera encontrado con 1.8 gramos de cocaína en junio de 2018.
Tras ello, los obispos se reunieron en el monasterio Petraki de Atenas para discutir acerca de la expulsión del sacerdote. Sin embargo, el clérigo llevó consigo una «botella grande de líquido corrosivo». Un guardia, que logró aprehender al sacerdote en la puerta del monasterio, también sufrió quemaduras y fue llevado al hospital.
El ministro de Salud, Vassilis Kikilias, visitó a las víctimas en el hospital y dijo que una de ellas sería transferida para cirugía plástica.