Por: Orly Vides
Entre las décadas de los 80s y 90s hubo una banda que hizo mover a todo un continente, con canciones épicas que producían toda clase de sensaciones a aquellos que las escuchaban. Hablamos de Soda Stereo, compuesta por el excelente cantante y guitarrista Gustavo Cerati, el bajista Héctor “Zeta” Bosio y el baterista Charly Alberti. Durante el tiempo que la banda permaneció en activo, entre 1982 y 1997, tuvieron una enorme cantidad de éxitos y una gran influencia que traspasa generaciones, tanto así que cuando anunciaron su reunión en 2007, vinieron personas de todas las edades a sus presentaciones.
La banda en sus inicios sacó discos más orientados al new wave, pues tanto su disco homónimo (1984), como “Nada Personal” (1985) y “Signos” (1986) presentan gran influencia de este género, que consiste en la utilización de sintetizadores con la base típica del rock –batería, guitarra y bajo-. Sin embargo, luego de sacar “Doble Vida” en 1988, la banda abandonaría poco a poco este estilo, dándole mayor protagonismo a las guitarras, aunque usando los sintetizadores en momentos clave, algo visto en su exitoso disco “Canción Animal” (1990) y “Dynamo” (1992). Ya en 1995, para su último álbum, “Sueño Stereo”, la banda haría un mayor uso de la experimentación, combinando su clásico rock, con nuevas influencias electrónicas que la banda había agarrado con el transcurso del tiempo.
A pesar de no haber sido la agrupación más duradera del rock latinoamericano, Soda Stereo es recordada por haber impulsado la experimentación combinada con la emoción en la música latina, utilizando diversos ritmos que proporcionaban un toque extra a sus canciones, capaces de lograr belleza, a pesar de la inmensa diferencia que hay entre algunas. De esta manera, temas como “De Música Ligera”, “Prófugos”, “En La Ciudad De La Furia” y muchos más, se han posicionado, no solo en listas de popularidad, sino que en el corazón de las personas que los escuchan hasta el día de hoy.
Para terminar, decir que la genialidad de esta grandiosa banda ha podido romper barreras que antes se tenían, logrando hacer conciertos llenos en un país como EE.UU. Eso es algo que solo unos grandes de la música podrían hacer.
