Un grupo de estudiantes de Reino Unido descubrieron que al aplicar jugo de naranja en las pruebas rápidas de COVID-19, pueden generar un resultado «positivo» falso. Este tipo de test se volvió muy popular en el país dado que el Gobierno envió dos mes por mes a cada ciudadano para un testeo regular de la población.
Este experimento no se debe a que el jugo tenga el virus, sino que, por su acidez, rompe la prueba. El efecto también es el mismo al usar alimentos y bebidas como el ketchup y la Coca-Cola.
«Dicen que es una forma estupenda de conseguir dos semanas de vacaciones en la escuela», declaró un docente de ciencias de Reino Unido.
«Los falsos positivos no sólo afectan a ese niño, sino a su familia y a su burbuja en la escuela, así que es bastante egoísta. Hay formas menos perjudiciales de fingir un día de ausencia en la escuela», criticó Jon Deeks, profesor de bioestadística de la Universidad de Birmingham.