La princesa Mako de Akishino contrajo nupcias con Kei Komuro, su novio desde la universidad, renunciando así a su estatus real.
Además, la princesa obvió los ritos tradicionales de la boda real y rechazó el pago que se le ofrece a las mujeres de la realeza cuando se retiran de la familia. De esta manera, se convierte en la primera miembro femenina en rehusar estas costumbres.
«Es irremplazable»
La princesa en un rueda de prensa realizada el mismo día de la boda, Mako pidió disculpas por cualquier molestia que su matrimonio al pueblo de Japón.
«Siento mucho la inconveniencia causada y estoy agradecida a aquellos que han continuado apoyándome», declaró. «Para mí, Kei es irremplazable. El matrimonio fue una opción necesaria para nosotros», agregó la alteza real.
En cuanto, Komuro expresó que ama a Mako y quiere pasar el resto de su vida con ella.
Una boda con conflictos
Cabe recordar que, la ahora exprincesa se comprometió con Kei Komuro en 2017. Pero las nupcias se vieron obstaculizadas por las polémicas y la sociedad conservadora, la cual no cree que la pareja sea digna a los ojos del emperador.
El mismo día de la boda, varias personas protestaron portando pancartas apuntando a asuntos financieros de la familia de Komuro, particularmente de la madre del novio.
Se prevé que la pareja vaya a vivir a Estados Unidos, país donde Komuro trabaja como abogado.