El posible aplazamiento o la cancelación de la fiesta, en febrero de 2022, tiene en vilo a miles de personas que asisten a la festividad de la Virgen de la Candelaria, pues un ligero aumento de casos covid-19 puso en alerta a las autoridades, las cuales quieren reducir el riesgo de ingresar a una nueva crisis.
El decano del Colegio Médico de Puno, Vidmar Mengoa, dio a conocer su postura sobre la actividad. «Quienes estamos en los hospitales sabemos las consecuencias y definitivamente nuestra posición es que no se lleva a cabo la fiesta», señaló.
El galeno opinó que la actividad reunirá a varios ciudadanos extranjeros. Esto provocaría la propagación de la variante ómicron, la cual se expande rápidamente en la mayoría de países.
Por otro lado, los bordadores plantearon que las diferentes actividades se realicen de manera descentralizada, a fin de distribuir a los elencos en espacios abiertos y se evite el contagio masivo.
Ante las diferentes opiniones que genera el desarrollo de la fiesta de la Candelaria, el representante de los bordadores, Edwin Nahuincha, expresó que la ciudadanía tiene una mala percepción de los festejos, debido que no solo involucra la parada de veneración, sino otros agasajos.
«Hay que ver con mayor amplitud la fiesta para que los festejos estén a la altura de la circunstancia, sin violar reglas sanitarias», dijo.
En ese sentido, la iglesia planteó que solo se lleven a cabo los actos litúrgicos como la misa central el 01 de febrero y la procesión.
Las asociaciones de diabladas y morenadas, aseguraron que en marco de la crisis sanitaria, no participarán de la fiesta, pese a que hay otro sector que se inscribieron voluntariamente para participar de los festejos.
Finalmente, las autoridades de salud tienen la última decisión de autorizar el desarrollo de este festejo.