El multimillonario, Jeff Green, abandonó la iglesia mormona de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, debido a la gran riqueza que atesora esta organización religiosa y por su postura sobre cuestiones sociales y temas relacionados con la comunidad LGBTQ.
Green opina que la iglesia está ‘haciendo daño en el mundo’, y renunció oficialmente a su membresía a la iglesia, y con él otros 11 miembros de su familia y un amigo, luego de llevar más de una década sin ser mormón practicante.
Según medios locales, los activos de la iglesia mormona con sede en Salt Lake City alcanzan los $49 571 000 invertidos en valores de 1822 empresas. En ese sentido, criticó cómo se maneja económicamente la iglesia.
«La iglesia ha explotado a sus miembros y su necesidad de esperanza para construir templos, construir centros comerciales y ranchos ganaderos», dijo Green.
Derechos LGBTQ
Por otro lado, expresó su postura sobre diversas cuestiones sociales, tales como los derechos de la comunidad LGBTQ.
«Creo que la iglesia mormona ha obstaculizado el progreso global en los derechos de las mujeres, los derechos civiles y la igualdad racial, y los derechos LGBTQ+», escribió en una carta dirigida al presidente de la iglesia, Russel M. Nelson.
El empresario, cuya fortuna se estima en más de $5000 millones, decidió donar $600 000 a Equality Utah, un grupo defensor de los derechos de las personas homosexuales en Utah.
Precisó que la mitad del dinero irá destinado a un fondo de becas para estudiantes con diferente orientación sexual.
Hasta el momento, la Iglesia no ha emitido ninguna declaración oficial sobre esta situación.
