La conocida obra teatral, escrita por Mariana de Althaus, “El lenguaje de las sirenas”, fue escenificado por el “Teatro Elenco Universidad Católica Santa María” el pasado viernes 25 de marzo
El teatro en nuestra Ciudad Blanca sigue presente. Este arte a pesar de todo –como el cierre de los escenarios por la pandemia– ha vuelto. Desde hace días, como motivo de conmemoración por el Día Mundial del Teatro, distintos grupos de artistas arequipeños han presentado varias obras dramáticas.
Uno de esos grupos fue el Teatro Elenco Universidad Católica Santa María (TEUCSM) que representó El lenguaje de las sirenas, obra ganadora del premio Iberescena 2007. Dicha obra fue escrita hace varios años por Mariana de Althaus, conocida dramaturga y directora teatral en nuestro país. Este elenco revivió los diálogos y las escenas que Althaus retrató de una familia limeña aparentemente modélica de clase alta, que va a una playa exclusiva pese a una alerta de tsunami y que el mar les traerá una perturbadora sorpresa.
La familia, conformada por Félix (Rafael Tejada Tejada), padre prepotente y empresario; Margot (Camila Rodríguez Monje), madre superficial y veleidosa; Paul (Alex Meléndez Fernández), hijo mayor, un joven inseguro de sí mismo que busca la aceptación de su padre, y Camille (Camila Ureta Delgado), hija menor, retraída y poco comunicativa. Junto a la familia se encuentra también, Elvira (Raiza Velazco Salas), la empleada doméstica. Asimismo, interviene en escena, Richard (Franco Zeballos Pacheco), hombre guapo, sólido y muy bien vestido, además colaborador en la empresa de Félix y amigo suyo, cuya presencia añade también algunos conflictos en la familia. Además, la aparición de un ser fantástico, la sirena (Alejandra Lazo Amado), personaje que tiene algunas particularidades: ser ‘chola’ y quechuahablante, deja consternada a toda la familia y cada uno va revelando sus más ocultos secretos.
Los personajes estereotipados llevaron ironía a la sala retratando la historia de una familia acomodada y blanquísima —pero disfuncional—, que decide zurrarse de las advertencias de un tsunami y tomarse el día en una playa exclusiva, obviamente, la empleada no podía faltar para atender a todos sus caprichos. Nadie más baja a la playa salvo ellos. De pronto llega un maretazo y una sirena termina en la orilla. Esta criatura con ciertos rasgos que, a distinción de la familia, son andinos, trocará sus relaciones y los enfrentará a la real situación conflictiva en la que se encuentran.
El texto escénico es consistente. La construcción dramatúrgica tuvo coherencia con el elemento fantástico que, aunque esté fuera de lo natural, llegó a relacionarse con la intención de la autora. La historia trata varios temas, uno de los evidentes son la discriminación, el machismo, la homofobia, la hipocresía, el clasismo y el choleo. Además, el encuentro con una sirena que no es rubia ni de mirada turquesa, más bien, de piel morena, de cabellos oscuros y rasgos andinos, marca una controversia muy prejuiciosa.
En suma, este realismo mágico fue ingeniosamente construida y logró un buen desarrollo en escenario gracias a la dirección de la Licenciada Lina Alviz Peñalva y de sus elementos técnicos: Santiago Bernedo Maccera en la parte de los efectos sonoros y Adriel Anderson en el manejo técnico de las luces. Quienes, sin su labor, nosotros —los espectadores— no nos hubiésemos transportado a ese día veraniego en aquel balneario.
La Municipalidad de Arequipa y el teatro
La Municipalidad Provincial de Arequipa mediante la Subgerencia de Educación y Cultura, en el marco del Día Mundial del Teatro, coordinó varias presentaciones teatrales con 11 grupos de artistas arequipeños dirigidos al público adulto e infantil.
Las distintas obras teatrales se presentaron en el Teatro Arequepay entre el lunes 21 y culminaron el sábado 26 de marzo. El ingreso fue gratuito.
Esperemos seguir viendo más espectáculos teatrales durante el resto del año.
Por: Liz Campos