Desde el día de hoy 21 de julio, se iniciaron los operativos inopinados a los grifos de Arequipa para evaluar la cantidad y calidad del combustible. Son varios los grifos que se visitaron y revisaron, utilizando la herramienta del Serafín.
A los grifos, llegaron varias entidades, tales como OSINERGMIN e INDECOPI, quienes se encargaron de evaluar varios aspectos del combustible expendido al público arequipeño.
Al combustible se le midió, además, el nivel de octanajes, que, de no coincidir con las cifras reales, los dueños de los grifos, recibirían una multa de 4 o 5 UIT. Además, se midió el grado de contaminación, sacando muestras que serán enviadas a Lima para comprobar el nivel de azufre; si llegara a superar el 5%, el grifo enfrentaría problemas legales.
Solicitud del uso del Serafín
El serafín es una herramienta que debe entregarse a los usuarios que lo soliciten cuando sientan desconfianza sobre si la cantidad que se les vende es la correcta. Yeremi Torres, prefecto de Arequipa, informó a la población arequipeña que no es su obligación comprar el combustible usado al momento de pedir al Serafí; sino, que debe exigir la herramienta para comprobar la cantidad exacta
El combustible utilizado para la medición, se regresará a los surtidores inmediatamente después de terminar el proceso. Se recalca que es obligación de todos los grifos, disponer de esta herramienta cada que cualquier usuario lo solicite.
Operativos en provincias
El prefecto, indicó que ya se están coordinando la realización de estos operativos en las distintas provincias de Arequipa. También, recordó que en Camaná ya se realizó un operativo donde se encontró un grifo que no cumplía con las condiciones necesarias.
Asimismo, declaró que la relación de los grifos que actúan de acuerdo a la ley, será emitida de forma pública para que la población pueda tomar sus medidas al momento de adquirir combustible en cualquier establecimiento. También, exhortó a la población a descargar el aplicativo “Facilito” , para que este proceso se les facilite.
Redactado por: Noelia Ramos Zavala
