El pisco es un fino aguardiente obtenido de la destilación del mosto o jugo fermentado de uva, cuya preparación sigue las prácticas tradicionales de las zonas productoras del Perú. Puede tener una graduación alcohólica de entre 38 y 48º, aunque es ideal que esta sea de entre 40 y 44º. Conoce su historia y origen aquí.
Origen
En 1528, llegó al Perú la uva y se hizo por primera vez mención al vino, durante el segundo viaje de Francisco Pizarro. El vino producido en esta región era de buena calidad, según reseñas de la época.
Con la llegada de los españoles al Perú, en el año 1532, la tradición del cultivo de las uvas se hizo popular en la zona. Esto por la necesidad de su utilización por las iglesias de la nueva colonia.
En el siglo XVI, con la conquista, los españoles que llegaron aquí ya no pudieron encontrar viñas. La primera opción que consideraron fue la importación de vino, pero finalmente decidieron incluir viñedos para evaluar la adaptabilidad de este nuevo cultivo.
La producción más antigua que se conoce de este destilador, la encontramos en el testamento legado por Pedro Manuel, quien hizo referencia a su adquisición y también describió los materiales que utilizó para su elaboración, como una gran marmita de cobre.
Este documento es parte de una investigación del historiador Lorenzo Huertas (La Negación de la Producción de Vino y Pisco). Se considera una de las informaciones más antiguas encontradas en el Perú sobre el pisco. No se sabe exactamente dónde comenzó la producción de vino, pero la teoría más popular es que en 1563, en el Valle de Ica, se plantaron viñedos.
Teorías
Por otro lado, el pisco tiene cierta controversia sobre su origen. Se menciona que en 1572 Álvaro de Ponce fundó la ciudad de Santa María Magdalena en el Valle de Pisco, que luego se llamó Pisco. Al final, allí se producirá y venderá la mayor cantidad de esta bebida.
Se dice que la cultura popular apareció a principios del siglo XVI, luego se extendió a muchas partes del mundo y se convirtió en un medio de pago en algunas transacciones firmadas. Su gran producción se debe a los jesuitas que la producían en Lima, Arequipa, Cusco, Ayacucho y Potosí en el Alto Perú (actual Bolivia).
A su vez, existe otra referencia a Pedro de León Portocarrero, quien estuvo en el país desde 1609 hasta 1616 tomando notas sobre la uva y el vino, así como sobre su calidad. El historiador argentino Boleslaw Lewin fue el primero en descubrir y publicar estas anotaciones, posteriormente la Universidad Ricardo Palma.
Día nacional del pisco
Esta celebración se instauró el 6 de mayo de 1999 con la resolución ministerial N055-99-ITINCI/DM. Esta normativa fue la que fijó cada cuarto domingo de julio, como fecha central de celebración de esta bebida. Por ello, en diferentes tipos de establecimientos comerciales se realizan ofertas y celebraciones en torno a esta bebida.
Patrimonio Cultural
Además, cabe recordar que el 18 de octubre de 2007, el pisco fue reconocido por el Instituto Nacional de Cultura del Perú (INC) como Patrimonio Cultural de la Nación, mediante la la Resolución Jefatural 179-88/INC-J. Diez años después, esta resolución fue elevada a norma, con la Ley 30639.
Pisco Sour
En la década de 1920 se crea el Pisco Sour en el Morris Bar, que se convirtió en el centro de atención de la coctelería peruana y su consumo se incrementó dramáticamente. Durante la década de 1970, la reforma agraria tuvo un impacto negativo en el negocio de Pisco, reduciendo la producción y continuando hasta principios de la década de 1990. Por otro lado, promovieron la industria paralela de la adulteración al utilizar otros productos a falta de la uva.
Desde el 2003, el gobierno peruano incentivó la producción de pisco con reglas especiales.
Conmemoración
La Municipalidad Provincial de Arequipa realizó una conmemoración de esta bebida el lunes 25 de julio. Donde la Subgerencia de Turismo y Relaciones Exteriores y el Gobierno Regional reconocieron a 14 bodegas de pisco realizado en Arequipa.
Esto fue una manera de agradecer el trabajo de las bodegas de pisco que hacen prevalecer la identidad y logran que cada vez más personas valoren la bebida bandera del Perú.
Por Melanie Pariapaza Diaz