El pasado domingo 5 de febrero, ocurrió la explosión del polvorín de la 33 Brigada de Infantería Fuerte Pachakuteq, ubicada en el sector de Macamango en la ciudad de Quillabamba-La Convención, Cusco. Se registraron 14 heridos y alrededor de 70 viviendas afectadas. El Ejército aún continúa con las investigaciones.
Por ello, los pobladores pidieron que dicho cuartel sea reubicado al encontrarse en una zona urbana y con este incidente. El temor de las más de 3000 familias que habitan en el sector crece ante posibilidad de otra situación similar. El pedido tiene el respaldo del alcalde de la provincia, Alex Curi León.
Además, los vecinos de la zona aseguraron que es insoportable el ruido de los helicópteros y las maniobras que efectúan los soldados en dicho cuartel. «Sabemos que hay dos polvorines, afortunadamente, no fue tan grave, pero pudo ocasionar una tragedia mayor. Es necesario que el cuartel sea trasladado a otro lugar», dijo un vecino.
Ante ello, el comandante EP Hubert Rabanal manifestó que el polvorín de Macamango cuenta con los estándares de seguridad. Además que cuenta con la supervisación de la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos.
También explicó que el cuartel está situado en un lugar estratégico que, por el crecimiento demográfico, se vio en medio de una zona urbana. «El cuartel tiene más de 30 años, se construyó en un lugar fuera de la población, con el tiempo surgieron estas construcciones», expresó.
