En su viaje de regreso desde Lisboa tras participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el papa Francisco afirmó que la Iglesia católica “está abierta a todos, también a los homosexuales”. Durante una rueda de prensa en el vuelo, el pontífice abordó el tema de la inclusión y la diversidad en la Iglesia.
El papa respondió a las preguntas sobre sus comentarios anteriores en la JMJ, donde había subrayado la importancia de que la Iglesia sea acogedora y abierta a todas las personas. “Todos eligen a Dios por su propio camino y la Iglesia les guía. A mí no me gusta decir a unos sí y a otros no. Cada uno busca la manera de ir adelante”, enfatizó Francisco.
Además, el papa destacó que el enfoque de la Iglesia no debe ser diferenciar entre personas en función de su orientación sexual u otras características. “El Señor es claro, no se distingue entre enfermos y sanos, viejos y jóvenes o guapos y feos. Esto no es una empresa a la que se tiene que autorizar para entrar”, añadió el pontífice.
En este sentido, el papa Francisco hizo hincapié en la importancia de no hacer reducciones simplistas y excluyentes en la Iglesia. Reafirmando que tal enfoque no es compatible con los valores cristianos.