Disidentes de las FARC llevaron a cabo una emboscada y detonaron un coche bomba, causando la muerte de cuatro policías en el suroeste de Colombia, violando la tregua acordada con las autoridades.
El director general de la Policía, general William Salamanca, expresó sus condolencias y lamentó las trágicas muertes, destacando el atentado con coche bomba en la subestación de Timba, en el departamento de Cauca.
La región, donde ocurrieron los ataques, es un bastión del Estado Mayor Central (EMC), un grupo disidente de las FARC que busca presionar un cese al fuego y evadir la acción de la Fuerza Pública.
Tregua no fue suficiente
A pesar de la suspensión de la tregua en algunos departamentos del sur, el presidente Gustavo Petro mantuvo el cese al fuego en Cauca, donde tuvieron lugar los ataques.
El Ministerio de Defensa ofreció una recompensa por información sobre los responsables de los ataques, incluyendo al jefe del frente Jaime Martínez de las disidencias.
El EMC, liderado por Iván Mordisco, es uno de los grupos con los que Petro busca negociar y acordar el desarme en busca de la “Paz Total”, aunque la oposición señala que esta política ha fortalecido a los grupos armados ilegales.