La reciente captura de Iván Quispe Palomino, presentada por el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, como el supuesto “número dos” de Sendero Luminoso, ha resultado ser un grave error que salpica la credibilidad del gobierno. Aunque inicialmente se difundió como un importante golpe contra la organización terrorista, las investigaciones posteriores revelaron que Quispe no tiene causas pendientes ni está en la lista de personas buscadas por la justicia.
El 16 de octubre, el Ministerio del Interior anunció con bombos y platillos la detención de Quispe en una estación de tren de Lima, alegando que tenía varias acusaciones en su contra. Sin embargo, diversos medios locales, como ‘El Comercio’, confirmaron que no existían tales requisitorias y que el detenido, aunque perteneció a Sendero Luminoso en el pasado y cumplió una condena, lleva años en libertad y trabaja como albañil.
¿Quién tuvo la culpa de la detención de Iván Quispe Palomino?
La confusión se ha intensificado tras el comunicado del ministerio, que contradijo las afirmaciones iniciales de Santiváñez, señalando que Quispe había sido un “coordinador nacional” de la organización, pero no su líder. Las contradicciones en las declaraciones han generado críticas tanto de la oposición como de expertos en seguridad, quienes exigen una revisión exhaustiva de los procedimientos que llevaron a esta errónea detención.
La situación se complica aún más al descubrir que los verdaderos miembros activos de Sendero Luminoso son sus hermanos, quienes están involucrados en actividades ilegales y buscados por la justicia. El escándalo ha generado críticas hacia el ministro Santiváñez, quien, en lugar de aceptar la equivocación, se ha mantenido firme en sus afirmaciones y ha culpado a la Policía Nacional por la confusión.
Durante su traslado a la comisaría, Iván Quispe Palomino se mostró confiado en que pronto recuperaría su libertad, reafirmando su inocencia y cuestionando la gestión del ministro.
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