El ataúd del papa Francisco fue sellado en un rito privado celebrado en la Basílica de San Pedro, marcando el fin oficial de tres días de velorio en el Vaticano.
La ceremonia fue dirigida por el cardenal camarlengo Kevin Farrell, quien encabeza temporalmente la Iglesia durante la sede vacante.
Durante el velorio, más de 250.000 personas acudieron a despedirse del pontífice, el primero originario de América Latina y también el primero perteneciente a la orden de los jesuitas.
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Su pontificado, iniciado en 2013, estuvo marcado por una apertura hacia los más necesitados, una postura firme en temas sociales y ambientales, y su estilo pastoral cercano.
El rito de cierre del ataúd es una de las etapas más solemnes del protocolo vaticano, y estuvo encabezado por Farrell, nacido en Dublín y naturalizado estadounidense, quien fuera también obispo de Dallas.
El funeral oficial del papa Francisco se llevará a cabo este sábado en la Basílica de San Pedro bajo una organización protocolar que combina tradición, simbolismo y solemnidad.
