Las sillas vacías y cargadas de nostalgia abundarán en cientos de hogares peruanos en unas horas, miles de familias no se reunirán como lo hicieron en diciembre del 2019, algo que podría profundizar el dolor arrastrado durante un año repleto de pérdidas humanas y materiales.
El uso de mascarillas sigue siendo obligatorio, el gobierno prohibió el tránsito de vehículos particulares el 24, 25 y 31 de diciembre, y el 1 de enero del 2021, además insiste con regular el distanciamiento social, sin embargo la gente parece haber olvidado la pandemia con las fiestas de fin de año.
Cientos de personas salieron a realizar compras abarrotando Centros Comerciales, Mercados y desde el martes 22 de diciembre, las sedes de la empresa San Fernando, uno de los principales distribuidores de carne de pavo en la ciudad de Arequipa. No les importó madrugar, este año hubo desabastecimiento del producto y muchas personas optaron por consumir otras carnes.
Las colas que tenían que hacer los usuarios eran extensas y se prolongaban por cuadras alrededor del local ubicado en la avenida Alcides Carrión, cerca al hospital regional Honorio Delgado Espinoza.
La calle San Juan de Dios fue ocupada por los transeúntes y pese a que cada cierto tiempo pasaban los buses del Sistema Integrado de Transportes, las personas volvían a ocupar las vías, incluso con niños. Miles de personas salieron a comprar pese a que el transporte privado estaba restringido y no se pudo contener la aglomeración de personas en varios puntos de la ciudad.
“Es inevitable, son demasiadas personas, solo podemos controlar que los ambulantes no se pongan en la calle”, dijo uno de los serenos de la municipalidad provincial asignado a la calle San Juan de Dios en el turno tarde.
Sin duda será una Nochebuena de reecuentros, algunos por plataformas virtuales otros con las personas que comparten el hogar, algunas lágrimas para recordar a los que se fueron y brindar por los que seguimos aquí.