Según fuentes de Perú21, el ex presidente Martín Vizcarra pidió expresamente la vacuna y esta se le puso de manera irregular. No participó del ensayo clínico como nos quiere hacer creer, si no que aprovechó su poder como mandatario.
La historia se remonta al 1 de octubre del 2020; el doctor Germán Málaga, encargado del programa de ensayos de la vacunas del laboratorio chino Sinopharm, se reunió en Palacio de Gobierno con Vizcarra.
En aquella reunión se acordó – luego del pedido expreso del expresidente- que en menos de 48 horas Martín Vizcarra iba ser vacunado con una dosis que ya se encontraba en los almacenes de la Universidad Cayetano Heredia para realizar ensayos clínicos en el Perú.
El registro de ingreso a Palacio confirman que el 2 de octubre, el doctor Málaga regresó acompañado de una enfermera a la casa del Gobierno. Sin embargo, ambos consignaron visitar la oficina de Pedro Pablo Angulo de Pina, secretario general del despacho presidencial, quien reemplazo a Míriam Morales en esta oficina.
Las declaraciones que da una fuente anónima revelan que no hay documentos que prueben que Martín Vizcarra fue parte del ensayo clínico porque nunca participó, tampoco su esposa.
“El presidente sabía que no se le iba a poner un placebo sino la vacuna que se había reservado para los médicos que iban a monitorear el ensayo clínico”, declaró una fuente que pidió mantener su nombre en reserva.
Esto sería un acto irregular porque el mandatario aprovechó de su cargo para pedir expresamente la vacuna para él y su esposa.
Vizcarra sostiene que tomó una “valiente desición” al sumarse al los 12 mil voluntarios pero esto sería falso. El 29 de octubre el doctor Málaga regresó a Palacio de Gobierno con la misma enfermera para colocarle la segunda dosis. La visita fue registrada nuevamente a nombre de Pedro Pablo Angulo de Pina.
Fuente: Perú21