El pasado martes 8 de octubre, se produjo un grave accidente en el campamento minero de Tía María, durante un patrullaje móvil de rutina, el cual dejó dos fallecidos y un policía herido. Una unidad conducida por personal de seguridad de una empresa contratista se despistó en la zona de Lomas Estación UNSA y cayó a un barranco, presuntamente debido a condiciones climáticas adversas como la densa neblina.
El accidente resultó en la muerte de Javier Villarroel Palo (53), supervisor de la empresa de seguridad Liderman, y del suboficial técnico de primera de la Policía Nacional del Perú (PNP), Leandro Marcial Flores Cahuana (58). El único sobreviviente es el suboficial de primera, Dember Wilmer Medina Márquez (33), quien actualmente se encuentra en la unidad de cuidados intensivos (UCI) de la clínica Arequipa.
A pesar de la gravedad de la situación, la familia del policía sobreviviente ha denunciado que la empresa minera Southern Perú no ha asumido los costos médicos tras el accidente en Tía María. Según Rodolfo Delgado Tejada, abogado de la familia, los padres del policía viajaron desde Aplao, provincia de Castilla, para acompañar a su hijo y tuvieron que firmar un pagaré de más de S/25,000 para cubrir su atención en la clínica. Señaló que el único que se acercó para ver la situación del agente, fue la Policía por encargo del jefe de la Región Policial, General PNP Colin Sim Galván.
La familia y su abogado exigen que Southern se haga responsable de los gastos médicos del suboficial, quien se encuentra en estado crítico, mientras que la empresa aún no se ha pronunciado sobre el pedido.
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