El astronauta Frank Rubio, miembro de la NASA, regresó a la Tierra el miércoles a bordo de la cápsula Soyuz MS-23, junto con los cosmonautas Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin. La tripulación tuvo que quedarse en la Estación Espacial Internacional (EEI) durante más de un año debido a una falla en la nave que debía traerlos de vuelta en marzo de este año.
La cápsula MS-23 aterrizó con éxito a las 6:17 a. m. en la estepa de Kazajstán, al sureste de la ciudad de Dzhezkazgan. Con esta misión, Frank Rubio, de ascendencia salvadoreña, estableció un nuevo récord al acumular más de 371 días en órbita, superando así el récord de estadía ininterrumpida en el espacio para un astronauta de la NASA. Durante su tiempo en el espacio, completó más de 5,963 vueltas alrededor de la Tierra y recorrió más de 250 millones de kilómetros.
Seis meses de recuperación
Debido a los efectos de la microgravedad en sus músculos y huesos, los tres miembros de la tripulación deberán pasar de dos a seis meses en un período de recuperación. Es importante destacar que el récord absoluto de permanencia en el espacio sigue siendo de Valery Poliakov, un cosmonauta de la ex Unión Soviética, quien pasó 437 días seguidos en la estación orbital Mir en 1995.
La misión de Rubio originalmente tenía una duración de seis meses, pero una falla en el sistema de refrigeración de la nave que debía llevarlos de regreso, la Soyuz MS-22, provocó la prolongación de su estancia en la EEI sin una fecha de retorno definida.
Finalmente, en febrero de este año, la agencia espacial rusa Roscosmos envió la nave espacial de carga Soyuz MS-23, que transportaba suministros para la EEI, y acordó con la NASA que sería el vehículo que llevaría de regreso a los tres astronautas a la Tierra.