Ayacucho está obligado a buscar un estadio fuera de Perú para recibir a su rival de la segunda fase previa de la Copa Libertadores, pues se medirá al Fluminense o al Gremio de Porto Alegre y el Gobierno peruano tiene restringido por la covid-19 el acceso al país de ciudadanos brasileños.
El equipo peruano evalúa la posibilidad de ejercer su condición de local en Bolivia o Ecuador para disputar el partido de la vuelta de la eliminatoria, programado inicialmente para el miércoles 17 de marzo.
“Está prohibido que juguemos en Perú, sobre todo por el ingreso del equipo brasileño a suelo peruano. Algunos países vecinos sí tienen abiertas las puertas. Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) solo nos dice que busquemos el escenario”, comentó el presidente de Ayacucho, Rolando Bellido, a la emisora de radio RPP.
La primera participación del Ayacucho en la Copa Libertadores se ha vuelto todo un quebradero de cabeza para sus dirigentes, pues el estadio Ciudad de Cumaná no cumple con los requisitos mínimos exigidos por la Conmebol para albergar partidos de la máxima competición continental.
La primera opción del conjunto ayacuchano era recibir a su rival brasileño en el estadio Inca Garcilaso de la Vega, de Cusco, que al igual que el Ciudad de Cumaná tiene el factor de la altitud, pues se encuentra a 3.400 metros sobre el nivel del mar.
Sin embargo, las autoridades peruanas han denegado la solicitud realizada por el Ayacucho y les han impedido ser locales en territorio peruano, pues aún permanece la suspensión de vuelos comerciales entre Brasil y Perú.
“Es toda una incertidumbre lo que atraviesa Ayacucho. Ya habíamos hecho los trámites para jugar en Cusco, pero nos llegó un documento donde nos niegan eso por el ingreso de ciudadanos brasileros”, narró Bellido.
Ante esta tesitura, el Ayacucho ha solicitado ayuda a la Federación Peruana de Fútbol (FPF) para que les apoye en las gestiones para buscar una cancha fuera del país.
“Hemos pedido que hagan los trámites porque son cosas que han sucedido de forma inesperada. Todo se trabajó desde hace dos semanas. Esto escapa a nuestra voluntad. Son normas peruanas y brasileñas. En la Federación tienen la obligación de estar del lado del club. Deben ponerse la camiseta”, concluyó Bellido.
