Una de las manifestaciones más conocidas del arte en la actualidad es la música, y de hecho es la que más se muestra en la sociedad. Ya que si volteamos a otras, como la pintura, el cine, o la misma literatura, estas no poseen la popularidad ni la repercusión que tiene la música. Esto gracias a que la gran mayoría de canciones son de escasa duración, a diferencia de un cuadro, libro o película que requieren de mayor análisis o tiempo.
Dejando eso en claro, también hay que recordar que todos tenemos opiniones sobre diversos temas, ya sea políticos, sociales, económicos, etc. Y cuando hay problemas en un país, bien es cierto que son los artistas musicales los que representan la voz de quienes no la tienen, expresando ese descontento de las personas que viven bajo su cruda realidad actual. Uno de los ejemplos más notables se pudo apreciar en Chile, cuando se suscitaron las protestas del año 2019, donde se reclamaba contra el descontento social y económico que había en aquel entonces. En esta época, varios chilenos alzaron su voz y tomaron como himno una canción de Los Prisioneros, “El Baile De Los Que Sobran”, la cual representó correctamente estos conflictos, gracias a que la letra hablaba sobre aquellos que no tienen mucho, o peor aún, nada.
Ahora, siguiendo con eso, así como los artistas han visto como un problema a varios políticos, a su vez estos últimos encontraron en la música una puerta abierta. Ya que al ser algo que es escuchado por una multitud de personas, puede captar a una masa excesiva de gente. En el Perú uno de los ejemplos más notables es el “ritmo del chino”, que contaba con una pegajosa tonada de cumbia, invitando a todos los presentes a bailar, incluso al día de hoy se puede escuchar este singular tema, como recuerdo de las cosas que hizo Alberto Fujimori para manipular a la población y alcanzar la reelección presidencial en el año 2000.
En esta última campaña, a pesar de que la gran mayoría prefirió utilizar plataformas como Tik Tok, con el fin de captar seguidores más jóvenes. Aun no se olvida la capacidad que tiene la música para captar nuevos adeptos a la campaña. Una canción que destacó fue una de la campaña de Veronika Mendoza, la cual se titula “Daremos Todo”, sin embargo al ser difundida por medio de redes sociales no fue capaz de dar muchos adeptos a la actual excandidata.
Pero, en esta campaña electoral, también se utilizó la música para desmeritar a los candidatos, ya que se han visto pistas elaboradas para desmeritar a los postulantes, siendo la más resaltante una tonada dirigida a Keiko Fujimori, titulada “Señora K”, donde se recuerda gran parte del pasado oscuro que tiene la candidata. Sin embargo, en el caso de Pedro Castillo, aspirante al sillón presidencial de Perú Libre, pasó algo completamente distinto. Pues, este fue encontrado cantando una tonada llamada “Himno del Sutepista Clasista”, de la que se empezó a decir que venía del grupo terrorista “Sendero Luminoso”, sin embargo, este hecho fue desmentido más tarde.
Para finalizar, solo decir que la música es un arte, pero que puede ser convertido en instrumento cuando un político inteligente llega, y como tal, lo utiliza con sabiduría, con el fin de llegar a aquel anhelado puesto de poder.