Carlos Compson es uno de los cantantes de new wave más influyentes de nuestro país. A pesar de que inició con el rock alternativo en su banda Los Zopilotes, se reinventó en su carrera solista para convertirse en un artista explosivo sobre el escenario y con grandes canciones que son entonadas por su público en cada concierto que hace.
Antes de Compson
Mucho antes de que Carlos Fernández formara su proyecto solista -o siquiera su banda Los Zopilotes- estuvo en la agrupación Deckadas. En este proyecto el cantante comenzó tocando post-punk junto al bajista Luciano Agüero, el tecladista Juan Ramos y el baterista Daniel Rodríguez. El cuarteto terminó produciendo sólo un disco: “Espectros” en 1991. De este único álbum, destacan canciones como “Todo habrá terminado”, “Me siento solo” y la que da nombre al material.
Durante 1992, cuando Deckadas estaba en su etapa final, Carlos conoce al bajista Sergio Flores y (junto al baterista César Girón) forman un trío. Esta primera formación desembocó en Los Zopilotes, banda que tocaba un género más enérgico y luminoso que la anterior banda de Fernández; en otras palabras, sus canciones eran de rock alternativo combinado con ska (muy popular en aquel entonces en Latinoamérica).
Con Los Zopilotes, Carlos Fernández y compañía ganaron más reconocimiento del público en general. A pesar de que el baterista César Girón abandonó el grupo tras el primer álbum (“Lenguas Salvajes“), el segundo disco (“Quechiquitiparetibembo“) generó múltiples ventas gracias a canciones como “Mi zapato”, “Saca al bebé” y “Yom Yom Chiquibebecomisique” que sonaron en las radios de aquella época.
A pesar de que Los Zopilotes lanzaron un disco nuevo (“La hora del té” de 1998), la banda sufrió por el cambio continuo de integrantes, terminando con la disolución del grupo en 2003.
No obstante, Los Zopilotes dieron su último vuelo en 2007. Carlos -junto a Sergio Flores y el baterista Jack Bastante- realizaron una serie de conciertos e incluso un último disco de la banda (“Puro Azul“). No obstante, esta reunión fue momentánea, ya que el grupo se disolvió definitivamente aquel año.
Carlos Compson llegó
Tras la separación de Los Zopilotes, Carlos Fernández formó un nuevo proyecto solista. En esta nueva faceta, el cantante y guitarrista se enfocó en el indie rock que empezaba a ponerse de moda en aquel entonces. No obstante, agregó inspiraciones de post-punk y new wave que lograron producciones con cierto toque de oscuridad en el resultado final.
Para este nuevo proyecto, Fernández tomó el alias de Carlos Compson; fusionando su primer nombre con el apellido Compson, proveniente de la familia protagonista de la novela “El Ruido y la Furia” de William Faulkner.
Compson inició en 2009 con su disco “Melancolía Inocente“, ganando notoriedad en corto tiempo gracias a la calidad del mismo. Canciones como “Te Quiero Pero No te Creo” y “Como Tú No Habrá Nadie Jamás” fueron reconocidas por diversas personas que halagaron el ritmo y la producción de los temas. Este primer álbum es recordado por tener más orientación al rock alternativo/indie que sus sucesores, ya que los siguientes mostraron una mayor cantidad de sonidos interesantes y peculiares.
Gracias a que ganó notoriedad, Carlos Compson siguió con más conciertos en el Perú. Incluso, en 2013 el artista estuvo en el “Acustirock Argentina” en Barranco junto a Catupecu Machu, Stereonoiz, Área 7 y Rata Blanca, quienes celebraban sus 25 años de carrera musical. Aquel año también abrió un show para la banda chilena Los Bunkers en mayo.
Durante el 2013, Compson lanzó su segundo álbum de estudio (“Umbral“). A pesar de que el post-punk y el new wave empezaron a ganar notoriedad en su estilo -con canciones como “Agonía de un Aliento” y “Amante Gris”- el rock alternativo y el indie eran importantes en aquel material, gracias a temas como “Estuviste Aquí” y “El Dios Que Vende Ilusiones”.
¿Qué es de Carlos Compson actualmente?
A pesar de la pandemia que llegó en el 2020, Compson lanzó su disco con mayor influencia en el post-punk aquel año. “El Intermediario” es una de las obras del artista en las que demuestra su dominio para realizar canciones con cierta oscuridad, reflejándose en la armonía de las mismas y en el significado que pueden tener algunas letras.
Al igual que sus anteriores trabajos, Compson compuso todas las canciones, tocó los instrumentos musicales (guitarras, baterías, etc.), y produjo el disco. Gracias a esta práctica, los temas del artista ganan un toque personal e íntimo (siendo algo que también realizan artistas como Kevin Parker de Tame Impala). Además, destacan canciones como “Asesinos en tu cuarto”, “Balsamina” y “Exterminio”.
Para promocionar el disco, el artista produjo videos musicales de algunas canciones, siendo el último de estos el producido para “Desvío”. También se publicaron audiovisuales de “Asesinos en tu cuarto”, “Exterminio” y “Balsamina”, los cuales están en las plataformas digitales.
Además de los videos musicales, Carlos Compson continúa con las giras en el interior del Perú donde toca canciones de “El Intermediario” junto con algunos de sus temas más emblemáticos de sus anteriores discos. En el caso de Arequipa, la última vez que llegó fue el 25 de marzo de este año, donde compartió escenario con la icónica banda de post-punk, Voz Propia; y las bandas locales Roncha Kills, Zero y Annatea.
Carlos Compson es uno de los artistas con mayor trayectoria de la escena post-punk peruana. Con ocho discos en los que participó como artista (uno con Deckadas, cuatro con Los Zopilotes y tres en su proyecto solista), es de los cantantes más conocidos e impresionantes por su ‘performance’ y sus canciones.
Por Orlando Cáceres Vides.