Luis Cornejo, presidente de la Asociación de Devotos del Divino Niño Jesús Arequipa, ha anunciado con gran entusiasmo que la tradicional misa en honor al Divino Niño Jesús se celebrará nuevamente después de tres años de interrupción. Este evento, que se llevará a cabo el 1 de septiembre, será una ocasión especial para la comunidad arequipeña. Los asistentes podrán ingresar al Coliseo Arequipa a partir de las 8:00 a.m., pero la misa comenzará a las 11:00 a.m. La ceremonia será presidida por el arzobispo de Arequipa, monseñor Javier del Río Alba.
La festividad del Divino Niño Jesús se celebra el primer domingo de septiembre, coincidiendo con el final de la novena del Divino Niño, que abarca un periodo de nueve meses. Cornejo destacó que “no puede haber acto más solemne que la celebración de una misa” y extendió una invitación a todos los católicos y no católicos a participar en este evento, enfatizando que la entrada es gratuita y no se requiere ningún tipo de pago.
Durante la pandemia, la asociación decidió suspender las actividades para proteger a sus miembros, en su mayoría adultos mayores. “No queríamos exponer a nuestros compañeros debido a su edad avanzada, pero ahora estamos listos para retomar la misa”, comentó Cornejo. La reanudación de la celebración es un paso importante para la comunidad de aproximadamente 500 devotos que ha esperado ansiosamente este retorno.
Tradición
La tradición de celebrar la fiesta del Divino Niño Jesús en Arequipa comenzó en 2002 en la Catedral de Arequipa. Dada la gran aceptación de la población, el evento se trasladó a diferentes lugares, como el colegio La Salle, el estadio de la UNSA y, finalmente, al Coliseo Arequipa. Este año, se espera recibir a aproximadamente 4,000 personas.
Cornejo también compartió una historia inspiradora sobre el origen de la devoción al Divino Niño en Arequipa. Hace unos 25 a 30 años, el padre José Escurra, sacerdote de la Recoleta, viajó a Colombia buscando apoyo económico para los pobres. Durante su estancia en el santuario, recibió un sobre con una estampa del Divino Niño, pero sin dinero. Este gesto hizo que el padre reflexionara profundamente y decidiera iniciar la devoción al Divino Niño Jesús en Arequipa, una tradición que ha perdurado y crecido con el tiempo.
