Corea del Norte ha experimentado un nuevo fracaso en su intento por poner un satélite de espionaje en órbita. Este acontecimiento sigue a meses de un intento anterior en el que un cohete se estrelló en el océano poco después de su despegue.
El líder del régimen norcoreano, Kim Jong-un, ha destacado la importancia del desarrollo de satélites de inteligencia como respuesta a la creciente actividad de Estados Unidos en la región. En este contexto, la Administración Nacional de Desarrollo Espacial de Corea del Norte llevó a cabo lo que habría sido el segundo lanzamiento del satélite de reconocimiento Malligyong-1 a bordo del nuevo cohete lanzadera Chollima-1. Sin embargo, el lanzamiento resultó en un fallo.
La agencia de noticias oficial KCNA reportó que “el vuelo en la primera y segunda fase del cohete era normal, pero el lanzamiento falló por un error en el sistema de ignición de emergencia en la tercera fase del vuelo”. Joseph Dempsey, investigador del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, explicó a la AFP que la confusa formulación probablemente se refiere a la “separación” del satélite de la lanzadera.
