La Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Cusco evidenció, a lo largo de 13 kilómetros del camino inca, ubicado sobre los 3 995 metros sobre el nivel del mar; una serie de vestigios. Se hallaron muros de sostenimiento de tierra y de talud, escalinatas de piedra, canales hidráulicos superficiales y subterráneos.
En la cúspide de la montaña Wanakauri, se encontró una estructura poligonal de connotación astronómica y ceremonial, que da forma a una media chakana. Se conoce que, durante el incanato, era el destino del camino de peregrinación en el ritual del Warachikuy. La cual es una ceremonia en el que los jóvenes pasaban a la adultez, listos para la guerra).
«Este espacio es considerado de suma importancia para los incas, pues desde aquí se puede observar otra montaña importante como es el Pachatusan. Es considerado como un marcador astronómico para determinar fechas específicas dentro del calendario inca», explicó el arqueólogo Miguel Sánchez para el medio La República.
En el lugar, se puede observar una enorme roca que tiene las características y la configuración de Apu Pachatusan, que se divisa a varios kilómetros del Wuanakauri, como si se tratara de una réplica de piedra.