El último miércoles, decenas de afganas fueron dispersadas con cañones de agua mientras se manifestaban contra la decisión del gobierno Talibán de cerrar los salones de belleza. Esta es una de las tantas restricciones que los talibán, toman en contra de los derechos de las mujeres en su país.
La decisión del gobierno Talibán de cerrar los salones de belleza fue anunciada mediante un decreto dado a conocer a finales del mes de julio. Sin embargo, esto no solo afectaría los derechos de las mujeres del país, sino que también sería el causante de la desaparición de miles de comercios regentados por mujeres.
Cabe recalcar, que estos establecimientos, representan para la mayoría de las comerciantes femeninas el único recurso para sus familias. Asimismo, el último de los espacios de libertad y socialización de las mujeres afganas.
Esta decisión trajo como consecuencia que decenas de afganos salgan a las calles a manifestar su descontento. Cabe recalcar que las manifestaciones en Afganistán son poco frecuentes. Por lo que, el encuentro de aproximadamente cincuenta mujeres llamó la atención de los servicios de seguridad. Tomando la decisión de dispersar a las afganas con la utilización de cañones de agua.
A Través de las redes sociales, se pudieron apreciar carteles, como: “No me quiten el pan y el agua”, se llegó a leer en las manifestantes afganas en Butcher Street. Una de las calles de la capital donde se encuentran muchos salones de belleza.
Justificación de “gastos extravagantes”
La decisión del cierre de salones de belleza fue justificada por el Ministerio de Prevención del Vicio y Promoción de la Virtud. Organismo que se justificó manifestando “la gente gasta en ellos unas sumas extravagantes para bodas”. Lo cual es una carga demasiado pesada para las familias pobres. Inclusive, algunos de los negocios no ofrecían servicios de la ley islámica.
Recalcar que hace aproximadamente 20 años de la ocupación de las fuerzas estadounidenses y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los salones de belleza proliferaron en Kabul y las grandes ciudades afganas.
Restricciones
Desde el 2021, el regreso de los Talibán (integristas musulmanes) al poder ha llevado consigo la exclusión de las mujeres en la mayoría de los centros de educación secundaria, universidades y administración pública.
Respecto a la educación, las niñas afganas fueron prohibidas de regresar a las escuelas secundarias en marzo. Tras la orden de los Talibanes del cierre de los colegios para niñas. Esto sería el primer paso para que en diciembre del año pasado, el gobierno Talibán suspendiera la educación universitaria para todas las estudiantes en Afganistán. Representando de este modo, el último paso en su brutal represión de los derechos y libertades de las mujeres afganas.
Lamentablemente, esto no es lo único, puesto que tampoco pueden desempeñarse laboralmente para las organizaciones internacionales. Asimismo, no pueden acceder a parques, jardines, gimnasios o baños públicos. Además de cubrirse integralmente antes de salir de casa, solo pueden viajar acompañadas de un familiar varón.
Gobierno Talibán
Los talibanes, que gobernaron Afganistán desde 1996 hasta 2001, cuando la invasión liderada por Estados Unidos obligó al grupo a dejar el poder, históricamente han tratado a las mujeres como ciudadanas de segunda clase, sometiéndolas a violencia, matrimonios forzados y una presencia casi invisible en el país.
Después de tomar el poder en Afganistán el año pasado, los talibanes intentaron proyectar una imagen más moderada para obtener apoyo internacional.
Pero aunque ha hecho numerosas promesas a la comunidad internacional de que protegería los derechos de las mujeres y las niñas, los talibanes han estado haciendo lo contrario, reprimiendo sistemáticamente sus derechos y libertades.
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Esscribe: Yanela Huaman