Descubrimiento de un animal vivo de 17.000 años en el fondo del océano Pacífico

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Los científicos han encontrado un ser vivo en el fondo del océano Pacífico que bate récords de longevidad, con una edad estimada de al menos 17.000 años. Este hallazgo se trata de un ejemplar de la especie Monorhaphis chuni, una esponja de vidrio que fue encontrado a una profundidad de más de 1.000 metros en el mar de la China Meridional.

Las esponjas de vidrio, también conocidas como esponjas de mar, son poríferos que se caracterizan por su contenido de sílice. Estos invertebrados marinos son conocidos por ser longevos. En este caso, el ejemplar de Monorhaphis chuni ha superado a otros animales longevos como el ser vivo más antiguo de la Tierra.

Este tipo de esponja es estacionario y se alimenta mediante la filtración de detritos, plancton, bacterias, virus y otros nutrientes presentes en el agua marina. Su longevidad y su capacidad para proporcionar información sobre el pasado de la Tierra radican en su característica espícula, una estructura que se ancla en los sedimentos del fondo marino.

Los científicos estudiaron los anillos presentes en la espícula de la esponja, de manera similar a los anillos en los troncos de los árboles. Con esto se espera obtener información sobre las condiciones del océano a lo largo de la vida del organismo. Estos anillos revelaron cómo cambiaba la composición química del océano en diferentes etapas de su vida.

Animal corresponde al período deglacial temprano

Al analizar los anillos más antiguos de la espícula de Monorhaphis chuni, correspondientes al período deglacial temprano. Los investigadores descubrieron que las concentraciones de sílice en las profundidades del océano Pacífico eran un 12% más altas que los niveles actuales. Este hallazgo sugiere cambios en las concentraciones de sílice y en el comportamiento de las diatomeas, microalgas marinas que desempeñan un papel importante en el ciclo de carbono y nutrientes en los océanos.

Estos resultados son significativos ya que indican que el comportamiento de las diatomeas y la composición química del océano en el pasado. Contribuyendo a reducir el efecto invernadero y enfriando el clima durante el período de descongelación glaciar.

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