En esta efeméride cada 1 de agosto, los pueblos andinos de América del Sur celebran el Día de la Pachamama o Madre Tierra para dar las gracias por el buen tiempo, la abundancia, los animales y la cosecha.
Desde tiempos ancestrales, mucho antes de que los europeos pisaran el suelo americano e impusieran sus propias creencias, los pueblos andinos de América del Sur han celebrado su vinculación con la naturaleza. Encarnada en Pachamama, la diosa Inca de la fertilidad, la Madre Tierra ha constituido un elemento esencial de la cultura y las tradiciones de las comunidades indígenas. De ahí que cada 1 de agosto de celebre el Día de la Pachamama para dar las gracias a la eterna proveedora de la humanidad por su generosidad y abundancia.
El Día de la Pachamama, las comunidades se reúnen para realizar una serie de rituales que se llevan transmitiendo de generación en generación desde hace miles de años. La esencia del ritual se basa en el principio de reciprocidad, que constituye el eje de la cosmovisión andina. Según este principio, las personas deben devolver a la Madre Tierra todo lo que la tierra les ha dado durante el año, para mantener el equilibrio que debe existir entre los humanos y la naturaleza.
Una vez realizado el ritual, la comunidad da las gracias a la Madre Tierra por el buen tiempo, los animales y las cosechas. También le piden que les proteja de cara al año siguiente y que les siga brindando con alimentos y abundancia.
Origen
De acuerdo a varios historiadores, el origen de esta celebración se remonta a periodos anteriores a la llegada de los conquistadores europeos, aunque no se sabe con certeza por la ausencia de fuentes. No obstante, la fecha coincide con la preparación de los suelos en las chacras antes de la llegada de las lluvias.
En Cusco, el día toma el nombre de Pachamama Raymi, que significa Fiesta de la Madre Tierra. Las ofrendas que se depositan sobre una manta andina son acompañadas de música, cantos y bailes prolongándose todo el mes. Tanto los sacerdotes y sacerdotisas como los otros participantes visten trajes tradicionales andinos. En quechua sureño de Cusco, una ofrenda a la Pachamama se denomina Haywarikuy, y en el caso de la ofrenda realizada a la Pachamama el primero de agosto se denomina Hatun Willka Haywarikuy.
Escribe: Miguel Angel Farfán