Como una de las costumbres arequipeñas el toro de pelea, Jeremías, del distrito de Socabaya. El imponente animal paseó por la Plaza de Armas saludando a la ciudad blanca por su 482° aniversario de fundación española. Luego de dar 3 vueltas, se cantó el himno de Arequipa.
El dueño de Jeremías, Ezequiel Medina Lazo, indicó que el toro ya tiene 7 años, pesa aproximadamente 450 kilos y ha logrado 3 victorias en distintos campeonatos. También señaló que la crianza de estos animales es algo que se hereda de antiguas generaciones.
“Yo provengo de Socabaya, de donde es el gran Menelik, de uno de mis antepasados, mi abuelo, mi padre y ahora mis hijos. Es un legado que mi padre me dejó y yo tengo que mejorarlo y seguir con la tradición”.
La población se mostró orgullosa por sus tradiciones, pues mencionaron que: “Las costumbres arequipeñas son infinitas”. Además, pidieron que no se pierdan estas grandes tradiciones de la encantadora tierra volcánica.
Peleas de toros
El dueño de Jeremías, indicó que la pelea de toros es una de las tradiciones más conocidas e importantes de Arequipa. “La pelea de toros es una manifestación cultural que viene desde tiempos donde no había tractores y se araba con las yuntas. Entonces los vecinos se desafiaban y es donde empieza esta costumbre. Es una manifestación cultural que debemos conservala y debemos de seguir cultivando la raza de toro de pelea arequipeña”. Señaló.
Además, aseguró que se está trabajando para no perder esta costumbre. “Esta tradición no está muerta, por el contrario hay una asociación de criadores y una asociación donde se han reglamentado con jueces el peso de los toros para evitar abusos entre los animales. No se va a perder esta tradición, al contrario, estamos tratando de mejorar la crianza de toros en cuanto a la genética.” Añadió.
El legendario Menelik
Según los cronistas aficionados de mitad del siglo XX, el toro Menelik era una bestia castaña y cabezona, con astas como alfanje y ojitos de almendra que, si no ensartaba, revolcaba y, cuando no, hacía correr como cabras a toros más grandes, pesados y queridos por la afición. A pesar de haber iniciado como un animal para la ayuda agrícola, fue el más conocido en la historia arequipeña de peleas de toros, por sus innumerables victorias.
Por Melanie Pariapaza Diaz
