El paleontólogo Mario Urbina reveló detalles sobre el origen del nombre “Perucetus colossus” que se le dio al fósil que él encontró en la localidad de Ocucaje, región de Ica, en Perú. Urbina explicó que legalmente tenía la responsabilidad de nombrar al fósil, pero siempre dio la oportunidad a su equipo de sugerir nombres. Hubo la propuesta de utilizar un nombre afrancesado, pero él quería llamarlo “Cholosaurio” para hacer énfasis en que el fósil es peruano.
El fósil de Perucetus colossus ha sido una importante pieza para la paleontología, pero también ha sido motivo de dificultades para el paleontólogo. Urbina espera que este fósil se convierta en el embajador del Perú, mostrando la riqueza paleontológica del país. Sin embargo, también destaca lo misterioso que es el animal, ya que rompe todas las reglas conocidas y se desconoce qué comía y cómo vivía.
Sobre el lugar donde se encontró el fósil, Ocucaje, Urbina explicó que ha sido una zona ocupada por el mar en diferentes momentos de la prehistoria debido a transgresiones marinas. Estos cambios ambientales han dejado distintos nichos ecológicos y ambientes, lo que podría explicar la diversidad de fósiles encontrados en la región.
El próximo objetivo es recuperar la cabeza
El objetivo actual de Urbina es encontrar la cabeza fosilizada del Perucetus colossus. Esto proporcionaría información crucial sobre el animal, como su alimentación y sus dimensiones reales. Sin embargo, no hay certeza de que la cabeza se encuentre en el mismo yacimiento que las vértebras. Encontrar la cabeza implica una tarea desafiante, ya que se requiere romper ocho metros de concreto y hay riesgo de no encontrarla después de invertir tiempo y recursos.
A pesar de las dificultades, Urbina sigue adelante con su búsqueda, esperando tener la suerte de encontrar la cabeza y poder descubrir más secretos sobre este fascinante fósil y su historia en la prehistoria peruana.
