En respuesta a las severas condiciones climáticas que afectan las zonas altoandinas, el Gobierno del Perú, mediante el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), ha intensificado sus esfuerzos para salvaguardar la sustentabilidad de más de 66 mil productores agropecuarios. A través de un ambicioso Plan Multisectorial contra las Heladas y Friaje 2022-2024, el Estado ha destinado un presupuesto de 94 millones de soles para capacitar a 1,207 técnicos encargados de implementar medidas de protección en 15 regiones del país.
Estrategias de Intervención en Zonas Altoandinas
Las acciones del plan incluyen la construcción de 3,080 cobertizos y la dosificación de medicación para el ganado, actividades cruciales para mitigar el impacto del friaje. Además, se están instalando 2,560 fitotoldos para la producción de hortalizas, una medida esencial para garantizar la seguridad alimentaria en estas comunidades vulnerables. El programa también promueve la producción de abono foliar bajo procesos de fermentación anaeróbica, así como la conservación de forraje, asegurando así el sustento de los agricultores y la preservación del medio ambiente.
Educación y Tecnificación en el Manejo de Recursos
Víctor Baca, director ejecutivo de Agro Rural, destacó la importancia de la capacitación técnica: “El trabajo de nuestros técnicos es fundamental para equipar a los pequeños productores con el conocimiento y las herramientas necesarias que les permitan proteger eficazmente sus cultivos y su ganado ante las adversidades climáticas.”
Comprender las Heladas y su Impacto
Es crucial entender que las heladas pueden ser meteorológicas o agrometeorológicas. Las heladas meteorológicas ocurren cuando la temperatura cae a 0ºC o menos, generalmente bajo cielos despejados. Las agrometeorológicas, en cambio, son aquellas en las que la temperatura desciende a niveles críticos para los cultivos, afectando sus tejidos vegetales y pudiendo ocurrir a temperaturas superiores a 0ºC.
Acciones a Nivel Nacional frente a las heladas
Las regiones de Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Moquegua, Junín, La Libertad, Lima, Pasco, Puno y Tacna se benefician de este plan, que apunta a minimizar las pérdidas económicas y a fortalecer la resiliencia de los agricultores frente a eventos climáticos extremos.
Con este tipo de iniciativas, el Gobierno peruano reafirma su compromiso con el desarrollo sostenible de las comunidades agrícolas andinas, promoviendo un enfoque proactivo en la gestión de riesgos y la adaptación climática.
Conclusión
Este plan no solo busca responder a la emergencia climática, sino también fomentar una agricultura más sostenible y resiliente, asegurando así el bienestar y la prosperidad futura de los agricultores altoandinos.
Este enfoque integral demuestra cómo, mediante la capacitación y la inversión en infraestructura adecuada, se pueden mitigar significativamente los efectos adversos de las heladas y friajes en las regiones más vulnerables del Perú