Hablemos de Racismo: La discriminación racial en el Perú es peculiar

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Entrevistamos a los representantes de la organización Hablemos de Racismo, Alessandra Yuca y Carlos Ylla. Ellos relataron sobre la problemática que surge por el racismo impregnado en nuestro país. También señalaron algunas peculiaridades que este problema tiene en el Perú.

¿Cómo es que está el racismo en Arequipa y en el Perú?

Alessandra: Aquí en Hablemos de Racismo tenemos talleres para explicar estos temas conceptuales. Carlos es quién se encarga de brindar estos talleres y es quién mejor puede explicarlo.

Carlos: Yo creo que el racismo en el Perú -en general- tiene un rasgo diferenciador respecto a otros países y continentes. No es como en los Estados Unidos donde hay dos grupos racializados -los blancos y los negros- que ejercen racismo uno sobre el otro. Aquí, en nuestro país, al existir tanta mezcla, la población racializada es la más grande; mientras que las minorías se han mantenido en los espacios de poder y dando el discurso de nación. Debido a esto, no se ha unificado un proyecto como país. Es muy fácil pasar de discriminador a discriminado en el Perú. En Arequipa también pasa algo similar, debido a que es el grupo minoritario quién está en los espacios de poder; por ejemplo el discurso del arequipeño nato que desconoce a los migrantes, el cual sale a relucir en situaciones conflictivas como las fiestas de Arequipa.

¿Cómo se da la inmigración como causa del racismo?

Carlos: No es que exista un racismo de la inmigración como tal, sino que los procesos producen distintos conflictos. Sin embargo, la llegada de extranjeros tiene un sentido, que puede ser político, económico, etc. Puede ser porque el desarrollo económico, social, educativo de su país no se da en todos los sectores, sino que se centraliza. No es que les dé la gana de irse de su pueblo, sino porque buscan superarse, porque no hay condiciones para desarrollarse en su tierra. En este fenómeno, pasa que la población que vive desde hace tiempo en la zona se ve con el poder de rechazarlos. Sin embargo, hay que reconocer que esto no siempre es consciente, ya que el racismo es un problema estructural que a veces es inconsciente. Por ejemplo, en un artículo de Aníbal Quijano sobre la diferencia del indio y el cholo decía que en Lima cuando hubo la migración interna de los 50s y 60s, el indio era la persona desprovista de educación a la que se le tenía que enseñar, y a quién había que sacarlo de su estado de ‘salvaje’; mientras que el cholo es alguien arribista, que está cercando la ciudad, quienes viven en los conos. En otras palabras, el cholo era visto como alguien que venía a quitar trabajo, a atentar contra la cultura, las costumbres, etc. En Lima sucede que varios de los que viven en estas zonas son discriminados por ser hijos de ‘provincianos’; problema que también existe en Arequipa. Las causas que tiene este racismo es que nunca se concretó un proyecto colectivo de país. Esto causa una dificultad para que todos se identifiquen con 200 años de historia.

¿El racismo y el clasismo van de la mano acá en el Perú?

Carlos: Muchas personas alegan que ya no existe el racismo. Que es clasismo lo que existe hoy en día. Que si tienes dinero, ya no te discriminarán. Sin embargo, esto no es algo que se observe en la práctica. Yo creo que tanto raza como clase merecen investigaciones aparte, pero no se puede comprender nuestra realidad sin ambos temas, agregando al género. En el Perú, el racismo y el clasismo se producen a gran escala; pero siempre hay predominancia de estos al momento de crear políticas públicas y discursos de poder en los medios de comunicación como la televisión. Por ejemplo, el caso de los futbolistas de tez negra -como Carrillo, Farfán, etc.- que, a pesar de que tienen mucho dinero, casi siempre los imitan exagerando sus rasgos físicos y ridiculizándolos sin importar su clase social.

Justamente después que tocaste el tema de los medios de comunicación ¿Hay racismo en estos y como se maneja?

Carlos: Sí existe. Hay que entender que la señal por donde aparece la televisión le pertenece al estado, por lo que las empresas deben respetar los marcos normativos. Sin embargo, esto no se cumple y específicamente en temas de discriminación étnico-racial. Sabemos que hay un discurso políticamente correcto que dice “no a la discriminación”; pero si vemos los programas noticieros más vistos, rara vez habrán rostros de color, casi siempre son blancos. Esto solo varía en los noticieros regionales. Acá no hay un problema de empresa, sino que esto opera simbólicamente. Lo mismo pasa en los espacios de entretenimiento, y si se incluye a las personas racializadas se intenta cambiar algunos rasgos. Y no digo que sea la producción quién quiera evitar que tengan estos rasgos, sino que también lo puede realizar la misma persona. Existe a nivel de representación una carencia para mostrar las culturas en su totalidad. También hay omisión a la hora de tener invitados para determinados temas. Por ejemplo, en campañas electorales, para explicar los votos rurales fuera de Lima, se invitaron a especialistas limeños. Falta mucho en la televisión y en la radio para que haya una política antiracista, pero deben debatirse. Hay programas racistas abiertamente que no reciben sanciones. Quienes deben actuar ahí son la Fiscalía, el Consejo Consultivo de Radio y Televisión (Concortv) y la Defensoría del Pueblo.

¿Qué mecanismos podrían prevenir el racismo? ¿Hay alguno que se aplique en el Perú?

Carlos: Hay bastantes iniciativas. El Ministerio de Cultura (Mincul) tiene una página web llamada “Alerta contra el racismo”, que busca luchar contra la discriminación racial. Además, está el marco normativo. Este señala que el racismo está sancionado con una pena privativa de la libertad de 4 a 6 años. Sin embargo, no basta con el aspecto legal. Hay que abrir paso al terreno educativo y formativo. El Ministerio de Educación tiene una currícula sobre la interculturalidad y la convivencia en la sociedad, pero si los fiscales o policías no saben aplicarlo, es ‘letra muerta’. Como digo, hay distintos mecanismos e incluso, por parte de la sociedad civil, como lo es nuestra organización.

¿Estas acciones pueden ayudar a erradicar el racismo?

Carlos: No se puede. Sonará muy pesimista, pero yo creo que las sociedades tienen individuos que se desarrollan de distinta manera. Es inevitable. No es algo que se pueda eliminar. Lo que se puede hacer es trabajar en una sociedad que entienda que la interculturalidad es uno de sus valores más importantes. Donde las culturas tengan las mismas oportunidades económicas, educativas, sociales, etc. Que cuando ocurra un acto de discriminación étnicoracial haya un rechazo masivo. Por ejemplo en el fútbol, pongo estos ejemplos porque son los más cercanos a nuestra sociedad. En el caso de los hinchas de Europa hay una cruzada contra el racismo. A los jugadores no les ponen apodos de animales como sí pasa en el Perú. El tema no es que en Europa no sean racistas, porque hay varios que sí lo son; otro tema es que hay sanciones contra el racismo que sí se aplican. En el Perú se debe sancionar simbólica, social y legalmente a todos, y eso se debe exigir, ya que incluso varios políticos -como la congresista María del Carmen Alva cuando tildó de ‘cholo de m…’ a otro parlamentario- cometen estos actos que vulneran tanto raza como género y clase. 

¿’Hablemos de Racismo’ ya está rindiendo frutos?

Alessandra: En ‘Hablemos de Racismo’ nos dedicamos a incidir en la educación. A través de talleres, damos un contexto del racismo en el Perú y las maneras cómo se puede afrontar. Es importante que conozcamos que en el código penal, el racismo está penado. Nuestros frutos se evidencian en que, al momento de realizar nuestros talleres, hemos hablado con personas de diversas edades, incluso niños de primaria en modo presencial. En estos podemos mostrar como ellos crean sus propios criterios. Uno de nuestros objetivos es que los infantes realicen su propio manual contra el racismo. Ellos se capacitan, van conociendo conocimientos básicos como la discriminación para entender que es, verdaderamente, el racismo. También les enseñamos cómo se manifiestan los actos de discriminación y como hacerles frente. Es importante que ellos conozcan cómo identificar para que no se normalice, ya que esto pasa mucho en internet por medio de memes. Además, los niños, incluso, tienen sus propuestas para hacer frente a este problema, creciendo estos frutos.

¿Qué otras acciones harán desde su organización para manejar el tema?

Alessandra: Nosotros creemos que la educación es la llave. Para iniciar cualquier acción, debemos educarnos. No queremos quedarnos solo en Arequipa, sino también ir a otros rincones del Perú y conseguir aliados estratégicos para seguir llevando este mensaje.

Por Orly Vides (Orlando Cáceres Vides).

Fuente: Entre Líneas Cultura.

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