Promover las relaciones igualitarias en el hogar es una de las actividades prioritarias que desarrolla el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), a través del Programa Nacional Aurora. La labor de esta iniciativa que busca frenar casos de violencia, le cambio la vida a muchos hombres. Uno de ellos fue Juan Pablo Aguilar Tapia, de 43 años, padre de familia e integrante del colectivo “Hombres por la Igualdad”.
¿Cómo nace en usted integrar el colectivo “Hombres por la Igualdad”?
Yo soy comunicador, hace 4 años trabajo en una institución que me permitió conocer más de cerca el tema de violencia contra la mujer. Desde allí me di cuenta de muchas cosas que yo en su momento creí normales y fue el punto de partida para cuestionar las agresiones en las mujeres.
Entonces me propuse generar un cambio en mí, así proyectarlo en mi entorno más cercano y finalmente en la sociedad.
Comento que pertenece al colectivo desde el 2021 ¿Hasta la fecha cuál ha sido el cambio que pudo notar en sí mismo?
Yo soy un hombre distinto, respeto mucho más a las personas. He desterrado la violencia de mi cabeza y trato de fomentar un cambio en mi entorno. Siempre lo digo y lo repito donde voy, la violencia no es el camino, el diálogo es la clave.
Ahora porta un mandil morado ¿Qué representa para usted y para el colectivo?
Tener este mandil morado es romper estereotipos, ya que se escuchan burlas por usarlo, para nosotros llevar un mandil es un orgullo, porque non significa que por usarlo seamos más hombres o menos hombres. Somos simplemente personas.
En cuanto a su experiencia y la gran labor del colectivo “Hombres por la Igualdad” ¿Qué le diría aquellos varones que aún ven el tema de violencia como algo “normal”?
En realidad, me gustaría que más hombres conformen el colectivo. Hombres de Arequipa involúcrense en la lucha contra la violencia, ese no es el camino. Tenemos que reconstruir nuestra forma de pensar, quitarnos prejuicios de encima, todos tenemos que contribuir y poner nuestro granito de arena.
Por: Aydee Mamani Ortega