El incendio forestal que ha estado devorando la comunidad de Isivilla en Puno ha persistido por cuatro días seguidos, manteniendo en alerta constante a equipos de rescate y autoridades locales. A pesar de los incansables esfuerzos de brigadas de la Municipalidad Provincial de Carabaya, municipalidades distritales como Corani y Ollachea, así como Bomberos Voluntarios del Perú y la colaboración de la población en general, las llamas aún no han sido controladas.
Los rescatistas han adoptado una estrategia de dividirse en dos grupos para enfrentar las llamas en diferentes frentes. Uno de los grupos ha ingresado al área desde el sector cordillera del cerro Humpiri desde tempranas horas de la mañana, mientras que el segundo grupo trabaja en la zona de Accopampa, a lo largo de la vía Interoceánica.
Sin embargo, la situación se ha vuelto extremadamente crítica debido a los fuertes vientos que avivan las llamas y la dificultad de acceso a la zona afectada. Un miembro de la brigada de rescate comentó sobre los desafíos que enfrentan: “Los fuertes vientos juegan en nuestra contra, y los terrenos accidentados dificultan aún más nuestro trabajo”.
Desde la provincia de Carabaya, se ha emitido un llamado urgente al Gobierno Regional de Puno. Se espera que a través de la subgerencia de Gestión de Riesgo y Desastres y el Centro de Operaciones de Emergencia, se pueda proporcionar asistencia adicional para enfrentar este incendio forestal que amenaza a la comunidad de Isivilla. La colaboración de las autoridades y la comunidad es esencial para contener este desastre y proteger la vida y los recursos en la zona.
