Contagios. Actualmente la región de Arequipa se encuentra bajo cerco epidemiológico decretado por el Gobierno por el incremento de casos que se vienen presentando en las últimas semanas. Esta medida no fue bien tomada por algunas autoridades locales, quienes consideraban la idea de una cuarentena focalizada.
Según el informe presentado hoy por un epidemiólogo de la Red de EsSalud, en las últimas dos semanas el índice de positividad ha aumentado hasta 27.2, desde el informe emitido el 12 de junio que era de 21.6, se ha visto un aumento de hasta 5 puntos.
Los índices de positividad sirven como indicadores principales, para ayudar a predecir la dirección en que se orientan los casos. Si los índices tiene valores mayores a 15 y 17, que son considerados altos por el Ministerio de Salud, estamos hablando que el COVID-19 se están propagando más rápido en Arequipa.
Esto es lo que ha puesto a las autoridades de salud, en alerta máxima y más porque en Arequipa muchas de las actividades comerciales se realizan como si no existiría una pandemia. La médica de epidemiologia del hospital Honorio Delgado, Crislee López considera que las medidas deben ser más rigurosas y que se dé una cuarentena.
«Debe haber un mayor control de las unidades de transporte público y que se haga cumplir las medidas, las autoridades deben ser más rigurosas, este cerco epidemiológico no va ayudar mucho si no se aplican mayores restricciones », mencionó.
Asimismo, manifestó que el pedido de la cuarentena sigue vigente y que están evaluando pedir que sea por lo menos 15 días, donde el tránsito de las personas sea controlado y se evite sobre todo las aglomeraciones en centros comerciales o mercados.
Tercera ola
Para los epidemiológicos de EsSalud y del Hospital Honorio Delgado, el comportamiento de las nuevas cepas y de la población, está originando que los casos sigan aumentando a esto se suma que el virus se torna más agresivo.
Personas entre los 30 y 50 años, están presentando problemas de saturación y en muchos casos llegan con bastantes complicaciones a los nosocomios porque se atendieron en sus hogares sin recibir apoyo médico.
Estos casos podrían ser considerados en una tercera ola, por el comportamiento de los casos, para otros solo un pico más.
Para hablar de una meseta de casos, debe haber un descenso de casos de por lo menos dos semanas, tanto en contagiados como en mortalidad. Esto está lejos de darse, a pesar de un ligero deceso de contagiados, los de mortalidad aún no han descendido.
