Después de 31 años, los restos de cinco estudiantes pertenecientes a las 10 víctimas de la Universidad La Cantuta, asesinadas por el Grupo Colina en 1992, finalmente serán entregados a sus familiares para un entierro adecuado. Cuatro de estos restos corresponden a muestras que permanecieron sin identificar durante tres décadas en Inglaterra. Mientras que uno es un hueso que se encontró durante una diligencia de búsqueda en Cieneguilla en 2022.
La Segunda Fiscalía Penal Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos e Interculturalidad del Ministerio Público será la encargada de restituir los pequeños huesos. Esto permitirá la identificación de los estudiantes Bertila Lozano Torres, Dora Oyague Fierro, Felipe Flores Chipana, Marcelino Rosales Cárdenas y Armando Amaro Cóndor.
Carmen Amaro, hermana de una de las víctimas y activista, comentó sobre la larga lucha de las familias para que los restos fueran encontrados y reconocidos. Explicó que, tras años de insistencia, se logró identificar a su hermano Armando mediante un fragmento de hueso encontrado durante una diligencia en Cieneguilla. Además, en febrero del año actual, se lograron identificar los restos óseos que habían sido enviados a Londres en 1993 para análisis de ADN.
Podría haber más víctimas por identificar
Aunque se ha logrado un avance significativo en la identificación de estos restos, aún quedan desafíos pendientes. Carmen Amaro hizo hincapié en que todavía falta identificar a cuatro de las víctimas. También resaltó la importancia de seguir buscando en el lugar donde se hallaron los primeros restos, ya que podría haber más víctimas por identificar.
Se ha programado un acto litúrgico y velatorio en honor a las víctimas, organizado por los familiares en colaboración con la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh). El evento se llevará a cabo en la Iglesia La Recoleta y contará con la presencia del Arzobispo de Lima, Carlos Castillo. El sepelio tendrá lugar en el cementerio El Ángel el sábado 2 de septiembre.
