Marcos Vilca Jiménez: “La violencia terrorista provocó la escritura de varias novelas”

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Por: Sarko Medina Hinojosa *Periodista, escritor y docente

El escritor Marcos Vilca Jiménez aborda la obra más importante de Edmundo de los Ríos, en la cual se aborda el tema del terrorismo y sus consecuencias. El libro es un aporte al análisis de tan importante manuscrito y en esta entrevista conocemos como se forjó.

¿El mundo de los ríos cómo nace?

El libro fue toda una aventura. Me gradué en los años noventa en la Escuela de Literatura y Lingüística con una investigación sobre Los juegos verdaderos de Edmundo de los Ríos, la novela la leí y repasé infinidad de veces, desde que la compré en 1986. Fue publicada por la UNSA, edición a cargo de Hugo Yuen Cárdenas.

¿Hubo quizás alguna influencia?

Allí conocí a Hugo Yuen, estudiaba Filosofía y hacía poesía, también a Rolando Luque Mogrovejo, Wilber Tapia; esto me animó a seguir en ese mundo al cual aún era ajeno: el de la Literatura. A pesar de que mis estudios de Literatura me hicieron conocer a otros destacados escritores, la novela de Edmundo de los Ríos la tenía latente, eran fines de los ‘80 e inicios de los ‘90.

¿Hay trabajos escritos que profundizó?

Leía el diario Marka y lo comentábamos ligeramente con el periodista Rubén Darío Revilla cuando él trabajaba en un programa del extinto canal 6. Las noticias que difundía el Diario Marka se trataba de los enfrentamientos armados entre Sendero Luminoso y la Fuerzas Armadas. Cabe recordar que la novela Los juegos verdaderos trata de un guerrillero de los años ‘60 que fue apresado y muerto en una cárcel desconocida del valle de La Convención en el Cusco. De allí, surge el interés.

¿Ahí se decide hacer el estudio?

Al culminar los estudios de Literatura y Lingüística, estuve convencido de que tenía que hacer un estudio sobre esta novela a pesar de las circunstancias, se había decretado la Ley de Apología del terrorismo y sabía que este estudio podía traerme problemas pues trataba de este álgido tema, sin embargo, no me amilané, pues no estaba vinculado a ningún tipo de partido político y seguí adelante con mi proyecto y empecé a buscar a su autor: Edmundo de los Ríos.

¿Lograste entrevistarlo?

Al leer la novela, seguí la secuencia del personaje principal cuando este llega a Arequipa, y recorre por las calles San Francisco, Siete esquinas, San Martín y Vallecito, ese recorrido ficticio me llevó a su casa real, incluso la novela te da la dirección. Hoy, ya no queda nada de ese vallecito, y frente a la casa de Edmundo de los Ríos la modernidad ha tapado esos paisajes de una Arequipa tradicional. Les dije que estaba haciendo un trabajo de investigación sobre su obra.

Entonces ¿Fue difícil contactarlo?

Frecuentemente leía y coleccionaba sus artículos que publicaba en la revista Caretas, la mayoría eran de literatura. Así transcurrieron los días hasta que me animé a viajar a Lima y visitarlo allí. Sus ambientes cerca de la plaza Mayor eran casi oscuros, me encontré con Teresina Muñoz Najar y me dijo que no había llegado, pero le pasaría la voz, regresé al día siguiente y no lo encontré, a los dos días tampoco. Finalmente, retorné a Arequipa. Ese primer fin de semana fui a su casa en Vallecito y su familia me dijo que estaba allí, estuve contento, por fin hablaría con él; sin embargo, cuando le pasaron la voz, no quiso recibirme… Al cruzar la calle, desde el paradero de la av. La Marina, pude verlo en su pequeña ventana que daba al balcón, un hombre de avanzada edad, con el cabello largo, enjuto de rostro, de mirada incierta y semblante adusto, era él, Edmundo de los Ríos Perea.

¿Cuál es la importancia de su obra en estos tiempos?

El tema de los grupos armados y la participación de la sociedad civil en estos actos de reivindicación y justicia social seguirán sobre la mesa de los diversos gobernantes y políticos, son hechos históricos que no debemos dejar de reflexionar y dialogar para que no vuelvan a surgir ni resurgir, hemos vivido años de violencia y ser testigos de la muerte de generaciones de peruanos, y hasta ahora no logramos aprender. En los años sesenta se vivió esta masacre tanto por la violencia de los guerrilleros como del Estado y la historia se repite en los años ’80 y ‘90 que nos dejaron más de 60 mil víctimas. La derrota del guerrillero de la novela Los juegos verdaderos, nos deja un mensaje que se debe aceptar, la violencia genera más violencia, empezando por la violencia formal, la del Estado que enerva los ánimos de la sociedad civil y puede acarrear estas consecuencias.

¿El terrorismo como tal sigue siendo un tema literario?

En los años sesenta, aparecieron algunas obras literarias que nos recordaban estos lamentables sucesos, La batalla de Felipe en la casa de palomas (1969), de Eduardo González Viaña, donde alude a Luis de la Fuente Uceda líder el MIR, lo haría merecer el Premio Nacional de Fomento a la Cultura. La de Jorge Salazar Piensan que estamos muertos (1979), narra el intento guerrillero de 1962 y la muerte de Javier Heraud escrita al alimón con Alaín Elías, el guerrillero que estuvo en la misma balsa que el poeta Javier Heraud cuando fue acribillado por el ejército. Años después, Historia de Mayta (1984) de Mario Vargas Llosa. Cabe recordar que Los juegos verdaderos aparece en 1968 en Cuba luego en México, recién en 1986 se publica en Perú.

La violencia terrorista de los años 80 y 90 también provocó la escritura de varias novelas en ellas están El camino de regreso (2007), de José de Piérola; Desde el valle de las esmeraldas (2009), de Carlos Enrique Freyre; Otra vida para Doris Kaplan (2009), de Alina Gadea; La niña de nuestros ojos (2010), de Miguel Arribasplata; Viaje al corazón de la guerra (2013), de Harol Gastelú, Rosa Cuchillo de Óscar Colchado Lucio, Las hijas del terror de Rocío Silva Santisteban, entre otros, y si de cuento se trata, podríamos consultar el libro de Mark Cox, en su estupendo ensayo «El Perú: su narrativa y la violencia política desde 1980. El cuento en los años de la violencia».

¿Estás preparando algún libro para este año?

Mi acercamiento a las obras de Mario Vargas Llosa y la pedagogía me incitó a hacer una investigación muy particular sobre el estudio del desarrollo de la sexualidad a través de las obras de nuestro premio Nobel. Asimismo, por fin se dará a conocer una antología que preparé desde el año 2020 de los poetas que han publicado desde el año 2000, es decir a inicios del siglo XXI.

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