El pasado martes, 28 de junio, alrededor del mediodía, se reportó un incendio forestal en el distrito de Machu Picchu, provincia de Urubamba, Cusco. Según informó la Municipalidad del distrito, el siniestro se originó en el sitio arqueológico de “Llamakancha”, situado en el sector de San Antonio de Torntoy. Sin embargo, casi un día después el Ministerio de Cultura indicó que no habría daños mayores.
A la zona llegaron brigadas compuestas por 40 personas. Donde se encontraban bomberos, policías, especialistas del Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado, Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, Oficina de Gestión de Riesgo de Desastres, guardaparques y ciudadanos, quienes buscaban apagar el siniestro por largas horas.
La Municipalidad Distrital de Machu Picchu emitió un reporte indicando que el incendio se habría propagado producto del fuerte viento en el lugar. El siniestro había consumido parte del parque arqueológico.
Según el jefe de Gestión de Riesgos, Roberto Abarca, el incendio se habría originado como consecuencia de la quema de restos agrícolas que realizan algunos agricultores antes de iniciar una nueva siembra.
Posteriormente el Ministerio de Cultura aseguró a través de una publicación en Twitter, que la intervención oportuna, los permanentes trabajos de mantenimiento y de corte de vegetación en el monumento han minimizado el impacto del incendio.
“Personal especializado viene evaluando el nivel de afectación que se habría producido en una de las plataformas del andén del monumento arqueológico Llamakancha. No existiendo daño a la Llaqta o ciudad inka de Machupicchu”. Indicó.
Nota: Melanie Pariapaza Diaz