Durante la inauguración del proyecto integral de agua potable y alcantarillado en Juliaca, la ministra de Vivienda, Hania Cuéllar, sorprendió a los asistentes con un mensaje controversial. En su discurso, Cuéllar pidió a la población que “ore y rece por todas las autoridades para que no flaqueemos ni seamos tentados a robar”. La solicitud ha generado un fuerte debate y una reacción significativa de los congresistas arequipeños Jaime Quito y Edwin Martínez durante la semana de representación.
Opinión
El congresista Jaime Quito expresó su preocupación de manera contundente. “El pez por la boca muere”, afirmó, sugiriendo que la declaración de Cuéllar pone de relieve un problema de corrupción dentro de la administración actual. Quito acusó a la ministra de sugerir que las autoridades podrían ser tentadas a robar, lo que, según él, refuerza las acusaciones de corrupción. Además, cuestionó la transparencia en la gestión del proyecto de agua y desagüe en Juliaca y expresó su preocupación por la posible mala gestión de los fondos destinados a la obra.
Por su parte, el congresista Edwin Martínez abordó el comentario de Cuéllar desde una perspectiva diferente. Martínez, señaló que el pedido de oración de la ministra podría estar relacionado con su fe personal. Martínez afirmó que la ministra es una mujer que cree en Dios y agregó que, en su opinión, no debería utilizarse la fe como un instrumento político. Destacó que cada persona es responsable de sus propias acciones y que la fe debe ser una cuestión personal y no un elemento en la arena política.
La controversia en torno a la declaración de Cuéllar ha puesto de manifiesto la tensión existente en el actual panorama político peruano. Las críticas hacia la gestión del gobierno se suman a las acusaciones de corrupción y falta de transparencia que han afectado a varias administraciones en el país. La respuesta de los congresistas refleja el clima de desconfianza y la necesidad de una mayor rendición de cuentas en la política nacional.
