Miuler Vásquez y Trazos Editores, una editorial que rescata el talento de los escritores de la Amazonía

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Desde temprana edad, Miuler Vásquez González era un ávido lector. Nacido en Rioja, San Martin (1982), cursó sus estudios escolares en el colegio militar Andrés Avelino Cáceres. Cautivado por el mundo de las letras, no tardó en incursionar en la escritura y dio sus primeros pasos en el mundo literario cuando tenía 15 años. Luego de esa exploración, un cuento suyo ganó un concurso local, marcando el inicio de su verdadera pasión. 

Es Ingeniero Agrónomo de profesión, pero su camino lo ha llevado a convertirse en escritor y posteriormente, editor. Egresado de la Universidad Nacional de San Martín y titulado como ingeniero por la Universidad Pedro Ruiz Gallo, se ha desempeñado como docente, gestor de proyectos y promotor cultural en la Amazonía.

No le interesa mucho los títulos.  Cuando Miuler Vásquez se encuentra en un nuevo lugar, su preferencia es no salir a pasear o caminar, a pesar de haber recorrido grandes distancias por su trabajo como ingeniero. De naturaleza citadina, disfruta la comodidad que ofrece una ciudad, se define a sí mismo como una persona modesta, sin embargo, conserva en su repertorio 10 títulos publicados, así como una larga trayectoria como gestor cultural.

En 2013, fundó Trazos Editores, la editorial más importante de la Amazonía peruana. Desde entonces se desempeña como director, editor y compilador de antologías. Promueve concursos literarios y “siempre llega con libros a la mano para donarlos en colegios”.

Esta editorial es un proyecto que tiene como objetivo promover la producción literaria de autores de la Amazonía. A través de esta iniciativa se pretende rescatar la identidad y talento de autores poco conocidos. “Con Trazos comencé un trabajo más serio para que nuestros títulos no se queden en lo regional, sino se expandan por las fronteras. Ese era el propósito y creo que se ha logrado, tenemos bastante acogida en Iquitos, Pucallpa, San Martín y todos estos últimos años hemos estado fuera del país”.

Como escritor, ha publicado los libros El Árbol (2011), No es Nada Personal (2012), Yakuruna (2013), Sin Alma (2015), Utopías y desvaríos (2017), Atrapada (2018), Los orígenes del chullachaqui (2018), Ocaso (2021), Cazador de Dragones (2021) y La ciudad de las Flores (2022). Como director de Trazos Editores ha publicado más de 150 títulos.

Miuler Vásquez, también es fundador de otras organizaciones culturales como Lupuna – Artes Amazónicas y “Rezistencia”. Es presidente del colectivo Feria del Libro Amazónico (FLA), y durante el mes de mayo de desempeñó como gestor del Festilec: Festival de Libros y Artes, en Arequipa.

En el marco de esta feria tuvimos la oportunidad de dialogar con el destacado editor y abordamos temas como la trayectoria de su editorial, los procesos de publicación, sus desafíos y proyecciones a futuro, así como la importancia de la literatura amazónica y la labor literaria del escritor.

Para comenzar. ¿Cómo surge Trazos Editores?

Trazos es un proyecto editorial que surge en la Amazonía en 2013. Ya tenemos 10 años de antigüedad. Surge por la necesidad de muchos escritores de la selva y la dificultad de tener acceso a editoriales de Lima. Ese fue el propósito principal y ya tenemos más de 150 títulos.

¿Cuál es su línea editorial?

Básicamente está enfocado a los autores de la Amazonía, pero ser un escritor de la Amazonía no significa necesariamente haber nacido allí. Puede ser un escritor que ha nacido en San Martín, Loreto, Pucallpa o cualquier lugar del Perú, pero siempre y cuando se identifique con la selva peruana. Por ejemplo, Róger Rumrrill siempre habla de Cusco o Madre de Dios y dice que son lugares amazónicos. Tiene razón. Aunque geográficamente la Amazonía es un espacio que pertenece a una cuenca que se circunscribe al río Amazonas, pero por extensión ocupa otros espacios.

Eres ingeniero agrónomo, ¿cómo llegas a incursionar en la literatura?

Para mí, la ingeniería ha sido importante. Cuando terminé mi carrera tuve muchos trabajos que fueron rentables y me permitió fundar Trazos Editores, pero mis inicios [se remontan] cuando era niño. Mi papá me enseñó a recitar poemas y siempre me ha gustado leer bastante. Ahora, me dedico más a leer que a escribir. La gente me conoce más como editor que como escritor, me gustaría que fuera a la inversa, pero lamentablemente es un trabajo en el cual me estoy ocupando a tiempo completo.

¿Trazos Editores realmente es la editorial más importante de la Amazonía?

Tenemos 150 títulos publicados, casi la misma cantidad de autores. No tengo registro de otra editorial [de la selva] que haya publicado tantos títulos. Además, hemos publicado autores clásicos como Arturo D. Hernández y también Humberto del Águila, gracias al impulso de intelectuales de la época como Ventura García Calderón o Estuardo Núñez, [estos autores] han tenido la oportunidad de publicarse en Europa. Por otro lado, hemos publicado también a Róger Rumrrill, que es el escritor más importante de la Amazonía actualmente.

Libros de Trazos Editores. Foto: Rivaldo Vásquez.

¿Y cómo es la recepción de sus títulos en la selva? Ucayali, Tarapoto, San Martín…

Los libros de Trazos si se venden, tenemos más de 150 títulos y algunos se han reimpreso en varias ocasiones, por ejemplo, mi libro Yakuruna tiene ocho ediciones y así como este, hay varios libros que se han reimpreso. Casi siempre saco tirajes de 1000 a 2000 ejemplares, entonces, si sacamos un cálculo [a la fecha] hay una gran cantidad de libros que se han difundido. En la actualidad tenemos unos 60 o 70 títulos.

¿Cómo es la recepción en la costa y en el sur del Perú?

Hay buena acogida a todos los lugares que vamos, aunque a veces es un poco difícil acceder a estos lugares, pero con la constancia se va logrando este objetivo. Nos ha pasado en Piura, Cajamarca, Chachapoyas, etc. Llegamos y los libros fueron un boom en esos espacios. En Arequipa, también se está difundiendo bastante nuestros títulos, por ejemplo, con Cazador de Dragones y Cuentos Amazónicos 1, estos títulos se agotaron desde el primer día porque se difundieron en colegios. Hay una recepción significativa en cada lugar.

En el caso de Arequipa [durante el Festilec], también se hizo una donación de libros a una penitenciaría. ¿Puede comentarme más al respecto?

Si, esa es una iniciativa que se le ocurrió a Ysabel Rodríguez, queríamos colaborar con la Municipalidad, porque nos cedió el espacio para el Festilec.  Entonces cada editor, librero o distribuidor nos donó libros y reunimos alrededor del 100, luego los donamos al penal de Socabaya.

¿Cuál es el proceso de publicación de Trazos Editores? La edición, corrección de estilo, elección de las portadas, etc.

Seguimos el proceso de toda editorial, pero nos diferenciamos en algo: nuestras portadas son cuadros al óleo de artistas amazónicos. Estos, surgen a raíz de una conversación previa acerca de una escena o trama del libro en cuestión. Esa idea, es trabajada por un artista y luego pasa a ser una portada, porque como dicen «todo entra por los ojos». Los libros de la editorial tienen una peculiaridad en sus portadas, colaboran diferentes artistas. En el caso de la diagramación y el diseño de la portada, yo me ocupo en exclusiva, ahí no se mete nadie. Podría tercerizarlo, pero prefiero hacerlo yo.

Hay personas que viendo los libros de la editorial me han comentado que tienen la impresión de que son libros para niños o comics, y algunas personas en particular me comentaron que parecían libros piratas. ¿Qué respondería a esos comentarios?

Bueno, algunos de los libros sí son para niños. Quizá pueda haber esa impresión. La gente tiene derecho a pensar como mejor le parezca, de repente algunos sí parecen libros piratas porque inicialmente imprimíamos en papel bond blanco y cuando las personas ven libros así, piensan que es una copia. Ahora el 90% de los libros están impresos en papel avena, son libros originales, tienen depósito legal, ISBN y la mayoría están cosidos. Me parecen comentarios aislados.

Por otro lado, he notado que hay un alud grande de publicaciones que la editorial realizó durante 2021 y 2022. ¿Cómo fue posible publicar tantos libros? Muchas editoriales solo publican cierta cantidad de títulos de manera limitada al año.

Lo que pasa es que algunos libros son reediciones. Por ejemplo, Yakuruna se publicó en 2022, pero la primera edición es de 2013, al igual que Atrapada. En realidad, la mayoría de nuestros libros se han reimpreso. Pero al margen de eso, publicamos un promedio de 30 a 40 títulos por año, entonces, sí tenemos bastantes publicaciones.

¿Cómo es el movimiento cultural en San Martín?

En San Martín hay bastante movimiento literario, artístico y también musical, priman las artes plásticas y otras expresiones como la danza. Hay mucho movimiento en ese sentido, pero, lamentablemente nuestra región está entre uno de los últimos lugares en comprensión lectora. Es preocupante, pero somos optimistas y pensamos que esto puede cambiar. Tiene que haber actividades como Festilec. En San Martín hacemos la Feria del Libro Amazónico, pero no es suficiente, aparte de que siempre hay una respuesta negativa de nuestras autoridades por poder cedernos los espacios públicos.

Tenemos que mejorar el panorama con más actividades, porque los niños a veces leen y no comprenden lo leído, entonces, debemos motivarlos a que se interesen por actividades de mediación de lectura y por los libros. Por eso, es muy importante el trabajo de una editorial.

¿Por qué cree que la literatura amazónica no está tan difundida en el Perú?

Bueno, aparte de Trazos Editores hay pocas editoriales y no tenemos tampoco un medio masivo de difusión, como tienen las editoriales trasnacionales que tienen un equipo enorme de publicidad y prensa. Cada literatura se desarrolla más en su ámbito de acción, por ejemplo, en Huancayo, la literatura está teniendo muy buen auge porque el Gobierno Regional impulsa a sus escritores, igual que en Huánuco. En San Martín no se hace eso, pero estamos avanzando.

Tres títulos representativos de la editorial.

¿Cuáles son los mayores desafíos que han enfrentado como editorial independiente?

Siempre creo que hay muchas cosas que faltan mejorar. A veces nos faltan manos para desempeñar ciertas funciones, por ejemplo, en el área de difusión de nuestros títulos. Uno puede producir los libros, editarlos y publicarlos, pero más allá de eso se necesita otro proceso y creo que estamos en empeño por mejorar. Por ahora, estamos entrando con fuerza a Iquitos y lo mismo se hará en otros espacios, pero es un proceso y toma tiempo.  Además, la pandemia nos ha retrasado bastante, pero ya se está revertiendo eso.

¿Piensan distribuir sus libros aquí en Arequipa y otras regiones del sur?

Claro. Aquí estamos fundando un sello editorial y vamos a empezar a publicar autores de Arequipa, este año vamos a ver algunos títulos y nuestra proyección es sacar libros juveniles. De antemano serán cinco hombres y cinco mujeres [que se publicarán], en el género de narrativa.

¿Bajo Trazos o es una nueva editorial?

Es un nuevo sello que va a funcionar bajo Trazos Editores, pero tendrá un nombre nuevo. Todavía no hemos decidido el nombre, pero tenemos proyectado sacar durante este año cinco títulos y del mismo modo el próximo año.

¿Por otro lado, cuál es la proyección de Trazos Editores para 2023 y 2024?

Tengo varios títulos en mente que vamos a publicar. Incluso, ahora mismo estamos retrasados porque estamos con cinco libros en proceso de impresión, pero cada mes se imprime así, entre 5 a 6 libros…

¿Cuáles serían esos títulos?

Los que ahora están en camino son los libros de Edgar Norabuena, que tiene una saga de tres volúmenes, también algunos libros infantiles y luego, vamos a reimprimir El rescate de la Pomarrosa de Jorge Luis Salazar, que es de Pucallpa. También La Guerra de los Chullachaquis y se está terminando de imprimir Shunto de Martín Reátegui. Esos libros están en camino, pero cada mes se publican más.

Puede comentarme un poco más acerca de la dinámica de los concursos que organiza Trazos Editores…

Tenemos dos concursos, uno que está por su sexta edición que se llama Amazonía Ancestral, donde participan escritores de toda la Amazonía del Perú. Por lo general se presentan 200 trabajos, se seleccionan 10 ganadores y los cuentos ganadores se publican en un libro. El otro concurso se llama Orbituorio, estamos a punto de sacar su segunda edición, este es un concurso de ciencia ficción y terror, al menos durante la primera edición. En la segunda edición probablemente nos enfoquemos solo en suspenso y terror.

Obra de arte de Fortunato Meza (izq.) que se utilizó para el libro “Yanapuma”, conjunto de cuentos ganadores del concurso Amazonía Ancestral en su tercera edición.

¿Cuáles son los autores más representativos de la editorial?

Bueno, se venden más las antologías como Cuentos Amazónicos 1, 2 y 3, también los cuentos del concurso Amazonía Ancestral que son seis títulos: Chullachaqui, Yanapuma, Lamparilla, Yakuruna, Tunchi y Runamula. Son resultado de un concurso que organizamos, esos son los libros que tienen más venta. Después, el libro de Sangama, que está agotado, y Selva Trágica también, ambos de Arturo D. Hernández. Otro libro, es Terror en la Selva que es producto de un concurso donde participan varios autores, y ahora Cazador de Dragones, un libro de mi autoría, también se vende bastante.

Coménteme sobre los libros que usted ha publicado…

Bueno, yo he publicado diez libros. La mayoría son novelas, entre ellas resalto mi primer libro El Árbol, luego he publicado Yakuruna, La ciudad de las flores, Atrapada, Ocaso, Cazador de Dragones y Sin Alma, que es un cuento largo o tal vez una novela corta. También Utopías y Desvaríos, que son relatos, crónicas cortas, una mezcla de artículos, cartas y poemas. Por otro lado, he publicado varios cuentos ilustrados, que no los considero mucho, pero también se han difundido bastante.

¿La temática de sus libros también gira en torno a la cosmovisión de Amazonía, sus mitos y leyendas, o abordan otro tipo de temas?

No necesariamente, pero mi novela que habla en todo su esplendor de los mitos y leyendas de la Amazonía es Yakuruna, un personaje mítico que vive en el fondo de las aguas y que se encuentra en un escenario del realismo mágico amazónico, la mayoría de seres míticos de la zona giran en torno a este personaje. Mi otra novela, Atrapada, trata de una niña que tiene muchas dificultades, como el maltrato de su propio padre, que quiere propasarse con ella. Luego está Ocaso, que es la continuación. La ciudad de las Flores trata de una ciudad donde muchas historias se desarrollan: hay un brujo, una mujer hermosa que camina por las montañas, un pintor, un poeta, es una novela un poco extensa.

Obra de arte de Fortunato Meza (al fondo) acerca del Yakuruna, que se utilizo para la portada de uno de los libros de Miuler Vásquez. Fuente: Página de Facebook de Trazos Editores.

¿Cree en estos relatos fantásticos de la Amazonía?  ¿En sus mitos y leyendas?

A ciencia cierta no se puede separar la verdad de la ficción, porque hay tantas historias que se comentan o cosas que se dicen, que uno no podría estar completamente convencido si es verdad o falso. Sin embargo, hay historias que han sido creadas a propósito, por ejemplo, el caso de la Runamula, esta fue una leyenda que crearon los franciscanos cuando llegaron a la selva. La Runamula se representa como una mula con un jinete que es un demonio. Se dice que cuando una mujer es infiel a su esposo, esta se convierte en una mula y el demonio la posee. Eso inventaron los franciscanos para evitar el incesto y el adulterio, y como este hay otros casos, pero que son más legendarios como el Chullachaqui, Yakuruna, etc.

¿Ha tenido alguna experiencia paranormal referido a esto?

Bueno, creo que todos en algún momento tenemos ese tipo de experiencias. Yo, cuando era niño tuve una experiencia, un día sentí que pasaba una sombra cerca de mí y sentía un olor a azufre, pero no vi nada. Mi tío me cuenta que, sí vio algo, era un viento blanco-transparente, que pasó cerca de él, y detrás de este viento había un viento oscuro como una sábana que envolvía al espectro blanco y que luego desapareció. Mi tío, después de esto, estuvo mal muchas veces, cuando caminaba sentía que se abría un abismo en sus pies, y al cerrar sus ojos veía un demonio, cuando los abría veía que tenía pelos como alambres en todo su cuerpo. Tuve cercanía con esa experiencia, y esa historia es equivalente con las leyendas de un ser mítico de la selva que es el tunchi.

Hay muchísimas historias en la selva. ¿Ha pensado publicar algún título que recopile las anécdotas de todo lo que se cuenta allí?

Si, justo eso es el concurso de Amazonía Ancestral. Hay seis volúmenes que se han publicado…

Pero, más allá [de los textos] de ficción, de manera testimonial…

En el concurso se refieren. En el primer concurso que hicimos sobre el Chullachaqui, que es un duende que tiene los pies desiguales… bueno, se hace una descripción, se ponen las bases y la gente recrea a ese personaje. Pero, sus textos provienen del habla popular, de testimonios, y eso lo plasman en un cuento. Luego se seleccionan los ganadores. Todas las ediciones de ese concurso están referidas a los mitos y leyendas de la Amazonía.

La mayoría de sus títulos son de literatura. ¿Por qué no publican ensayos?

No es la línea de Trazos, pero sí hemos publicado ensayos sobre las danzas de la Amazonía y una biografía sobre Miguelina Acosta. Pero por lo general publicamos cuento y novela, también poesía, tenemos entre ocho o diez títulos. No solemos publicar ensayos porque nos enfocamos en la literatura.

Por último. ¿Qué proyectos literarios tienes en curso o futuros que quieras realizar?

Tengo varias novelas en proceso, una de ellas es El Brujo que ya voy por la mitad y la terminaré pronto. También otras que están en proceso de creación, que no tienen un título, pero que sí tienen una trama…

¿Y cuál es la trama de estos libros?

El Brujo es la continuación de mi libro Yakuruna, trata de un personaje que se encuentra en la selva y tiene características positivas y negativas. En realidad, es un libro diferente a todos los que he escrito, porque es de tono irónico y sarcástico. Tiene muchas escenas donde hablo de ciertos personajes y los caricaturizo.

Entrevista por Rivaldo Vásquez.

Fuente: Entre Líneas Cultura.

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