En un hecho inusual, dos monos fueron encontrados en el distrito de Majes, en la provincia de Caylloma, Arequipa, en menos de siete días. Ambos primates fueron entregados al Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) para su atención y resguardo.
El hallazgo ha encendido las alertas sobre el posible tráfico ilegal de fauna silvestre, una práctica que pone en riesgo tanto a los animales como a los ecosistemas de los que son extraídos.

El rescate de los monos: ¿cómo fueron encontrados?
Un mono aullador en busca de alimento
El primer caso se registró en el sector La Colina, en Irrigación Majes. Un ciudadano se llevó una gran sorpresa cuando un mono aullador (Alouatta sp.) apareció en el patio de su vivienda buscando alimento.
Ante el inesperado visitante, el vecino decidió resguardar al animal en una jaula y avisar de inmediato a SERFOR, quienes se encargaron del rescate.
Un mono nocturno caminando por los cables
El segundo hallazgo fue un mono nocturno (Aotus nancymaae) que una ciudadana vio por varias semanas desplazándose por los cables de electricidad y las paredes de las casas en El Pedregal. Finalmente, tras lograr capturarlo, reportó el caso a SERFOR para que recibiera atención adecuada.
Monos en la costa: un claro indicio del tráfico de fauna
Estos primates no son originarios de la costa peruana. Su hábitat natural está en la selva amazónica, en la cuenca del Atlántico, lo que significa que han debido ser capturados y transportados de manera ilegal hasta Arequipa.
Luis Felipe Gonzáles, Administrador Técnico de SERFOR en Arequipa, indicó que este tipo de hallazgos no es común en periodos de tiempo tan cortos. “En los últimos cuatro años, en El Pedregal, se han recuperado tres zorros, cuatro loros y ahora dos monos”, detalló el funcionario.

El impacto del tráfico de fauna silvestre
Los monos rescatados han sido aislados y están recibiendo atención veterinaria. Sin embargo, la mayoría de los primates que son extraídos de su hábitat no pueden ser devueltos a la naturaleza, ya que el contacto con los humanos altera su comportamiento natural, impidiéndoles sobrevivir en libertad.
Gran parte de estos animales son capturados cuando aún son crías y vendidos como mascotas. Esto no solo afecta a cada individuo, sino también al ecosistema del que fueron extraídos, ya que cada especie cumple un rol fundamental en la biodiversidad.
Además, las personas que adquieren estos animales pueden estar expuestas a enfermedades zoonóticas, ya que los primates pueden ser portadores de virus y bacterias que afectan a los humanos.
Llamado a la ciudadanía: no compres fauna silvestre
El tráfico de fauna silvestre es un delito que pone en peligro la vida de los animales y contribuye a la desaparición de especies. SERFOR hace un llamado a la ciudadanía para que no compre ni críe animales silvestres como mascotas.
Si encuentras un caso similar, puedes reportarlo a través del WhatsApp de Alerta SERFOR al 947 588 269.
Este tipo de acciones ayudará a combatir el comercio ilegal de fauna y garantizar el bienestar de estas especies que pertenecen a la naturaleza y no a los hogares.