El atacante brasileño Neymar (PSG) estará indisponible durante unas cuatro semanas por una lesión muscular y no podrá jugar el partido de ida de octavos de final de Liga de Campeones contra el FC Barcelona, anunció este jueves su equipo.
Neymar sufrió la lesión a causa de una dura entrada que recibió en la noche del miércoles, durate un partido de la Copa francesa contra el Caen.
Las pruebas médicas a las que fue sometido hoy muestran una lesión del abductor mayor izquierdo “y se prevé una indisponibilidad de unas cuatro semanas, en función de la evolción”, señaló un breve comunicado del Paris Saint-Germain.
La historia se repite y cuando la temporada se acerca a los momentos decisivos el París Saint-Germain parece condenado a vivir pendiente de Neymar, ya que si bien no jugará el próximo martes contra el Barça, tal vez sí podría llegar al partido de vuelta en París del próximo 10 de marzo.
Como en sus dos primeras temporadas en París, el jugador más caro de todos los tiempos vuelve a centrar las miradas de un club que tiene depositadas en sus espaldas las esperanzas de crecer en Europa.
El jugador se lesionó en un partido de Copa de Francia, un duelo banal, de esos en los que los jugadores tienen que arremangarse para lograr victorias que se dan por sentadas.
Con el aductor dañado, abandonó el campo del Caen, equipo de segunda división, con el rostro desencajado y el reflejo en la mirada del miedo a una nueva ausencia cuando la temporada apela a la excelencia.
Con la baja ya confirmada del argentino Ángel di María, sin Neymar el PSG pierde a sus dos mejores hombres a lo largo de 2021 y quedaría en manos de un Kylian Mbappé, menos brillante a estas alturas de la temporada y, sobre todo, más transparente en los duelos de quilates.
Por eso, la salud del brasileño cobra todavía más importancia en una temporada en la que el PSG parecía haber atesorado la mentalidad ganadora necesaria para dar el salto definitivo en Europa.
Finalista de la pasada Liga de Campeones, el club contaba con un Neymar más implicado que nunca para conducir el barco de nuevo a los tramos decisivos de máxima competición europea.