Un equipo de espeleólogos omaníes han descendido por primera vez al fondo del pozo de Barhout (pozo del infierno) en Yemen. Los lugareños relatan que este agujero es una prisión para los espíritus.
El imponente pozo, cuya oscura abertura redonda de 30 metros de ancho, se ubica en el desierto de la provincia oriental de Al-Mahra, Yemen. Se cree que su profundidad es de 100 y 250 metros. El folclore local dice que fue creado como una prisión para los demonios, una reputación reforzada por los olores fétidos que surgen de sus profundidades.
Sin embargo, el Equipo de Exploración de Cuevas de Omán (OCET) encontró serpientes, animales muertos y perlas de cuevas grises y verde lima, formadas por el goteo de agua, pero no había señales de nada sobrenatural.
«Recolectamos muestras de agua, rocas, tierra y algunos animales muertos, pero aún no los hemos analizado», dijo Mohammed al-Kindi, profesor de geología de la Universidad de Tecnología Alemana en Omán.
Varios yemeníes dijeron que ignoraban lo que había en este hoyo que creen que data de «millones» de años. Según ellos, las autoridades de este país, muy pobre y en guerra, nunca exploraron el fondo del pozo.