El viernes 24 de febrero, la Comisaría de Ilave amaneció con pintas ofensivas. Pasadas las 11 h, un fuerte contingente de la Policía, resguardado por militares del cuartel Pachacútec; llegó a la sede de la Comisaría de Ilave, en el jirón Andino, para borrar las pintas.
En las paredes se leía ‘En venta’, ‘Tratar 965… 381 y 951… 432’ y la inscripción ‘Dina terruca’.
La presencia de los uniformados se limitó a unos instantes, cuando borraban las pintas, luego desaparecieron, con dirección a la base militar. Los miembros del denominado Comando Unificado tuvieron que marcharse para evitar altercados. Pues llegaron cientos de aimaras para concentrarse en la plaza de Armas de Ilave.
En las intervenciones, se escuchó en idioma aimara que no permitirán el retorno de los policías hasta que den a conocer la identidad del o de los agentes, que el 20 de enero, arremetieron con disparos a la población civil cual si fueran ‘pistoleros’.
Según el Diario Sin Fronteras, una comerciante indicó lo siguiente: «Ese miserable tiene que ser denunciado y encarcelado, ese ‘pistolero loco’ ha provocado la muerte y sangre en este pueblo que todos los días protestaba de manera pacífica. Que se vayan, Ilave no quiere policías corruptos que extorsionan a comerciantes, que ‘aprietan’ a las discotecas y casas de citas, son unos malditos. Cuando eso haya cambiado pueden pedirse perdón y acogeremos otra gente, no esos malditos».
