La Sociedad Nacional de Industrias (SNI) informó que -de acuerdo a un estudio de la consultora Apoyo- las tarifas eléctricas subirían, en promedio, un 28% para los hogares y 55% para las industrias para el periodo 2021-2030, si se implementa la propuesta planteada por Osinergmin que introduce cambios en la determinación de precios de la energía eléctrica.
El gremio industrial señaló, a través de su Comisión de Energía, que si bien esta situación se ha originado en cumplimiento de la sentencia de Acción Popular 28315-2019 de la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema del Poder Judicial, la cual derogó el DS-043; se debería mantener los principios fundamentales que han regido el mercado energético nacional desde el año 2000.
En ese sentido -dijo- una vez vigente la nueva regulación, el alza de tarifas sería casi inmediata en el mercado de usuarios libres, donde están un número importante de empresas, tanto industriales como de otros sectores.
Este mercado representa el 50% del consumo de energía del país.
En el caso de las tarifas residenciales, si bien habría una reducción mínima del 2% en el corto plazo, en el mediano plazo, dentro de dos o tres años, las tarifas subirían considerablemente debido a esta nueva regulación, comentó el gremio.
La SNI explicó que el alza tarifaria se produciría debido a que la nueva propuesta de Osinergmin plantea considerar los costos fijos de la producción de energía como si fueran costos variables, y son estos precisamente los que impactan en las tarifas eléctricas.
“El objeto de la regulación del sector eléctrico (y específicamente de la generación) es de aproximar los precios a un mercado competitivo. En los mercados competitivos los precios son siempre costos marginales pues se busca el mayor beneficio social y ello se logra con precios marginales. La alternativa propuesta por el ente regulador debe ser mejor a la actual y no perjudicar a los usuarios finales”, manifestó el gremio.
La SNI sostuvo que el planteamiento del organismo supervisor no tiene el suficiente sustento técnico y no muestra ejemplos de cuál sería el impacto en el mercado real.
“Todo esto provocará un aumento tarifario para las empresas y los hogares peruanos. Además, se debe considerar que, al elevarse las tarifas eléctricas para las empresas, aumentará el costo de fabricación de los productos y, por ende, en el de la canasta básica familiar”, advirtió.
También señaló que, en un escenario como este, los únicos ganadores serán un pequeño grupo de empresas de generación eléctrica que verán un incremento en sus utilidades, al elevarse artificialmente el precio de sus productos.
Ante ello, propuso que se emita una nueva norma con rango de decreto supremo que reemplace al DS 043-2017-EM, y que mantenga los principios fundamentales que han regido el mercado energético nacional desde el año 2000, como son la declaración de precios inclusive a costo cero.
Planteó también que, en el mediano plazo, se impulse una reforma del sistema eléctrico, liderada por el Minem y enfocada en privilegiar la libertad de los consumidores para elegir, la competitividad del mercado, la transparencia de la información y que los generadores de energía compitan en el mercado por precios, no por regulaciones.
El 23 de marzo último -como se recuerda- Osinergmin publicó el proyecto del procedimiento técnico para la declaratoria de precios de gas natural para la generación eléctrica, lo cual tendrá impacto en las tarifas que pagan los usuarios finales. El plazo para recibir opiniones vence este 5 de abril.
Con información de Gestión