Después de un prolongado período de tres años sin llevarse a cabo debido a la pandemia de covid-19, la querida y emblemática Entrada de Ccapo finalmente regresó a la ciudad, revitalizando la tradición y el espíritu festivo que caracteriza a Arequipa. La celebración, que solía ser un evento icónico en las festividades locales, marcó su retorno en una jornada llena de color y alegría.
El escenario de esta apreciada manifestación cultural fue el estadio La Tomilla en el distrito de Cayma, donde la tradición cobró vida una vez más. Desde allí, el desfile recorrió las calles hasta llegar a la Plaza de Armas, el corazón histórico y social de la ciudad.
Si bien algunos aspectos de la celebración han evolucionado con el tiempo, la esencia y el espíritu de la tradición se mantienen arraigados. Antiguamente, durante las fiestas de Arequipa, los burros y las mulas llegaban hasta la Plaza de Armas cargados de ccapo, para quemarlo. Si bien en la actualidad ya no se quema el ccapo, la llegada de estos animales con el arbusto a cuestas se mantiene como un símbolo vivo de esta histórica tradición.
La jornada festiva también contó con la participación de agrupaciones de danza y músicos locales. Los carros alegóricos, que presentaban danzas típicas arequipeñas, se sumaron a la vibrante procesión, añadiendo un toque artístico y creativo a la celebración.
