Respetemos la Literatura de Todas las Sangres

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Por: Miguel Gonzáles Corrales – Escritor.

La literatura es una expresión artística donde se ponen de manifiesto diversas emociones, según las experiencias del escritor. Es un orbe donde se mezclan historias, sentimientos y tramas que busca explicar la realidad de un continente, nación o región, en algún lado del planeta. Aquella persona que conozca los artificios para escribir una obra literaria, ya sea en el género que destaque, logra el nacimiento de una obra literaria cuyo clímax, en mayor o menor medida, seduce a sus lectores. Para tal efecto, un escritor no necesariamente es un académico o profesor universitario. Que laboré en una universidad es asunto de trabajo como profesor. Por tal razón, la profesión de un escritor va por otro camino. Alguien que lee y aprende el oficio de escribir un libro es aquel o aquella quien logra explorar las realidades del universo, del mundo y sus intrincadas formas para hacerlas literatura con el lenguaje, un lenguaje apropiado a las expectativa del tema, personajes y la forma de su texto. Realmente, un escritor debe su tiempo a la escritura de las obras literarias que concibe.

Ahora bien, la paradoja y selección de los escritores para la 35ava edición de la Feria del libro de Guadalajara, 2021, es un caso en extremo circunstancial. En primer lugar, hay escritores reconocidos internacionalmente quienes, a lo largo de su trayectoria, han cosechado éxito en un momento importante en el proceso de la literatura peruana. Hay a quienes he leído y rescato su valor literario. De eso no hay duda, incluyendo nuestro Nobel. Pero, a veces, hay situaciones favorables para algunos escritores quienes, a través del azar o la fortuna fueron descubiertos por grandes Consorcios Editoriales, así como el Boom latinoamericano, una coincidencia de autores quienes en un principio fueron ignorados por todos hasta su comercial aparición mundial durante la década de 1960. Autores descubiertos por editores españoles, entre jóvenes y mayores, pero que también provinieron de regiones aisladas en Hispanoamérica. Posteriormente, en los años siguientes a esta década, hubo quienes pudieron ganar algún concurso literario o fueron apadrinados por otros autores más importantes y gracias a esa dádiva pudieron engrandecerse, hasta hoy en día.

Sin embargo, como dije al inicio, todo escritor tiene una concepción del mundo para desarrollar su literatura en el lugar donde radique. Si es cierto hay autores laureados, según mi explicación anterior, está muy bien, pues son sus obras literarias las que ocupan la mayor parte de lectores latinoamericanos y españoles. Por lo tanto, la mirada literaria solo está en ellos. Aun cuando hayan retirado a otros 9 escritores de una lista que ya estaba finiquitada el 27 de julio por el anterior Ministro de Cultura, Alejandro Neyra, me parece, no afecta a los intereses de nadie porque son eventos que vienen y van. No entiendo por qué tanto escándalo si los autores editados tienen su público y sus obras habla por sí solas. Que otros escritores famosos se aúnan a ellos y retires su participación para ir a la feria de Guadalajara, es su decisión. Tampoco afecta porque también tienen su público lector. Quizá sea un engreimiento, quizá sea una solidaridad porque desean aumentar su fama como lo hacen en otras ferias de libros internacionales, quizá egoísmo porque piensan que son los únicos que escriben y son reconocidos por donde van.

Lo cierto es que si se decide dar oportunidad a otros escritores peruanos de las 24 regiones, también me parece lo mejor. Hay autores, en el interior del país, quienes son reconocidos por su labor, de un modo discreto en su localidad, pues no salen más allá de las fronteras del Perú, excepto, unos cuántos, pero a países vecinos. De ellos y ellas he leído algunas de sus producciones y sé que han logrado méritos en concursos literarios nacionales, por la publicación de sus obras literarias en Editoriales Independientes o también artesanales. Han destacado por plasmar en sus obras sus identidades y entornos donde han manejado sus específicas formas de abordar historias, sentimientos o tramas, bien reconocidas. Hace poco leí al crítico Ricardo González Vigil a quien no le agrada «El crítico venenoso, malévolo y pedante» porque solo está plagado de egoísmos y cesuras porque tienen la autoridad petulante de decidir y ordenar lee esto y no leas lo otro. Algo parecido sucede con este malestar innecesario de los escritores afamados. Si yo los criticara con enjundia negaría el valor de las obras que me gustaron cuando leí algunas. Tampoco voy a defenderlos, pero me emociona la idea que autores de varias ciudades del país vayan a promocionar sus obras literarias, hablen del mundo maravilloso que significa vivir en esta hermosa tierra del sol, como reza el vals, y dieron origen a la creación de su literatura. Sé que lo harán bien y esto es un logro enorme para nuestras letras, la cual es mirada con admiración afuera.

Como escritor, siento con algarabía la selección que cada región hará de sus literatos. Me enorgullece la gran tradición literaria que hemos tenido, tenemos y tendremos. Así es que, esperemos que cada año se seleccione escritores diferentes y NO volvamos a caer en la torpeza que, quienes vayan ahora, también serán los mismos de siempre. La objetividad debe ser constante y no repetir demagogias irrisorias. Así, la literatura que queremos y respetamos, surja mejor, cada vez, en todos los ámbitos sociales.

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