Bajo el lema “Justicia social para todos. Poner fin al trabajo”, este año la ONU (Organización de las Naciones Unidas) busca erradicar el trabajo infantil del planeta. Al día de hoy, 160 millones de niños continúan laborando. Esta cifra significa que casi uno de cada diez niños a nivel mundial deje de lado sus derechos para poder conseguir ingresos económicos complementarios.
Si bien, a lo largo de dos décadas la lucha contra el trabajo infantil mostraba un descenso. Los conflictos, las crisis y la pandemia del Covid-19 han conllevado a que familias se vean sumidas en la pobreza. Lo cual ha obligado a que unos 160 millones de niños tengan que recurrir al trabajo infantil. De esta cifra de niños dada a conocer por la ONU, el 70% se ocupa del sector de la agricultura.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agriculturala (FAO) resaltó que el trabajo infantil es tres veces más frecuente entre los pequeños campesinos. Dándose mayoritariamente en los sectores de la pesca o la silvicultura que en las zonas urbanas.
Si bien, uno pensaría que esto se debe a causa de los padres de familia, la realidad muestra que se debe principalmente a la injusticia social. “El trabajo infantil rara vez se produce porque los padres sean malos o no se preocupen. Más bien surge de la falta de justicia social”, refirió Gilbert Houngbo, director general de la ONU. Quién además, afirmó que esta cifra iba en aumento por primera vez en 20 años.
América Latina, cifras alarmantes a raíz de la COVID-19
La tercera región a nivel mundial que presenta más casos de trabajo Infantil es América Latinalas. Ubicándose sólo por debajo de África y Asía Pacífico. Mostrando un panorama agravado totalmente a causa de la pandemia. Debido a que al día de hoy según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y UNICEF, se estima que 8,2 millones de niños, entre cinco y 17 años se encuentran laborando en América Latina.
Los países latinoamericanos en los que más abundan esta problemática son Perú y México. En el caso peruano, la ley permite que los niños trabajen a partir de los 14 años. Solo un año más es la diferencia con respecto a la disposición Mexicana, debido a que está prohibido que niños menores de 15 años ingresen al campo laboral.
Perú, la pobreza obliga el trabajo infantil
A nivel nacional, esta situación se agrava más puesto que en la zona rural todavía se mantiene asentado un modelo cultural en el que se superpone el déficit de la educación secundaria. Según el Ministerio de Salud (Minedu), en el 2018, a nivel de retraso escolar, el 24% a nivel secundario en el área rural es tres veces mayor que el del área urbana.
Además, en estas regiones la oferta laboral es pobre o inexistente, lo que ha conllevado a que la pobreza y pobreza extrema se vean agudizados desde la llegada de la Covid-19. Según el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), el trabajo infantil se centra mayoritariamente en la sierra, seguido de la selva y costa. A nivel nacional, la edad para ser considerado un trabajador es a partir de los 14 años. Lamentablemente, la necesidad ha llevado a que 800.000 niños peruanos tengan que trabajar sin la edad requerida. Según se informó en la investigación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el 2018.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), señala que el 25.3% de los niños, niñas y adolescentes (NNA), entre 5 y 17 años trabaja. Es decir, del total de NNA, poco más de cuarta parte se dedica a realizar actividades económicas por, al menos, una hora a la semana.
Por su parte, la Sunafil, informó que durante el 2022, se registraron a 11 menores de edad laborando en trabajos peligrosos. Los cuales representan un riesgo para la salud y desarrollo integral de los NNA. A su vez, se hallaron a 6 menores que realizaban trabajos permitidos, pero que no contaban con la autorización del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE).
Frente a ello, la Sunafil, tras haber realizado inspecciones laborales a nivel nacional, registró 4438 casos de trabajo infantil en Lima Metropolitana. Seguido de Lambayeque con 343, 307 en La Liertad, 292 en Ica y 188 en Loreto, cifras correspondientes desde el 2014 a la actualidad.
Cifras alarmantes que son muestra de la necesidad de contar con un ingreso económico extra. Lo cual, a su vez, demuestra que si bien el Estado viene desarrollando actividades que buscan integrar a los menores de edad con la educación, el esfuerzo todavía es insuficiente. Frente a ello, es que el Estado Peruano debe de continuar realizando esfuerzos necesarios para cumplir con las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En el que se debe de actualizar la relación de trabajos peligrosos. Sin dejar de lado el refuerzo continuo de los mecanismos de supervisión e inspección del trabajo infantil.
Sin embargo, la responsabilidad no está sujeta exclusivamente al gobierno. Puesto que, como sociedad la brecha cada vez mayor entre los compromisos y los logros concretos ha fragilizado la acción, conllevando al desinterés de las personas por el trabajo infantil. La infancia de los niños debe mantenerse intacta, puesto que no hay ningún futuro en el mundo, si los mismos deben renunciar a sus derechos, sus sueños, por obtener o ganar algo de dinero.
Sunafil: “SOS”, aplicativo de alerta
Para buscar fortalecer la participación ciudadana e identificar presuntos casos que agudizan el trabajo infantil y forsoso en el Perú. La Sunafil pone a disposición de los peruanos el aplicativo “SOS Alerta contra el Trabajo Infantil y el Trabajo Forzoso”. El cual permite a cualquier persona reportar casos de trabajo infantil y trabajo forzoso para que la Sunafil intervenga.
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Escribe: Yanela Huaman