Rosa Gutiérrez, ex presidenta de EsSalud, ha alzado su voz y denunciado presiones por parte de la presidenta Dina Boluarte, un asesor del Gabinete Técnico de Presidencia y el secretario general de Palacio de Gobierno. Según Gutiérrez, estos funcionarios la instaron a reconsiderar la decisión de remover al gerente general Iván Pereyra Villanueva, quien enfrentaba acusaciones de corrupción.
En sus declaraciones, Gutiérrez afirmó que desde el inicio de su gestión, identificó posibles casos de corrupción relacionados con Pereyra Villanueva, lo que motivó su remoción. Sin embargo, días después de tomar esta decisión, recibió llamadas de los altos funcionarios instándola a revertir su determinación o a mantener al gerente cuestionado en su cargo por 15 días más.
La exministra de Salud enfatizó que la lucha contra la corrupción era una prioridad ineludible para ella, pero lamenta que considera que el actual Gobierno ha perdido de vista este objetivo fundamental. Rosa Gutiérrez desafió a la presidenta Boluarte y al ministro de Trabajo a que expliquen públicamente las verdaderas razones detrás de su destitución, si no fue debido al presunto intento de encubrir a Pereyra Villanueva.
Gutiérrez señaló que su destitución representa un acto de “encubrimiento grave” y reiteró su compromiso de no ser un actor pasivo en el proceso. Aseguró que no cederá ante la presión y que sus principios serán la guía de sus acciones mientras se esclarecen los indicios de corrupción que, según ella, han salido a la luz.
El caso ha generado un debate público sobre la transparencia y la lucha contra la corrupción en el Gobierno, y se espera que se realicen investigaciones para aclarar los acontecimientos en torno a la remoción de Rosa Gutiérrez de su cargo como presidenta de EsSalud.